Tras sendas caídas en 2023 y en 2024, en lo que va de este 2025 el patentamiento de vehículos cero kilómetros viene en alza, con números más que interesantes. Entre enero y abril, se vendieron 216.458 unidades en todo el país (24.285 en Córdoba), lo que representa una suba del 83,9% respecto de igual período del año anterior.
Si bien el valor de los autos sigue siendo alto para un ingreso promedio (el más barato es el Renault Kwid, que cuesta casi $ 19 millones), la aparición de financiaciones con cuotas fijas y sin interés ayudó a impulsar con fuerza un mercado que venía alicaído.
En este contexto, cualquiera que esté interesado en comprar un cero kilómetros se encontrará con una disyuntiva de hierro: venta directa o plan de ahorro. Las dos alternativas no son nuevas, pero experimentaron varios cambios en los últimos tiempos, cada una con sus pros y sus contras.
Para la primera opción, la mayoría de las concesionarias cordobesas ofrecen financiaciones de entre $ 12 millones y $ 20 millones, con cuotas sin interés por plazos que van de 12 a 24 meses. Dicho monto llega a representar hasta el 50% del valor del vehículo.
En rigor, no se trata de una “tasa cero”, ya que se aplica un quebranto que equivale al 10% o al 15% del monto financiado, además de una prenda que varía en función del monto y del plazo de financiación. No obstante, es un interés “encubierto” que resulta conveniente, al estar por debajo de la inflación actual.
También es posible financiar montos más altos y a un plazo mayor, a través de créditos prendarios de algún banco, aunque en ese caso ya se aplican intereses sobre el monto prestado. Otra opción son los préstamos UVA, con cuotas de entrada más bajas, pero atadas a la evolución de la inflación.
En cualquier caso, hay que sumar como costo extra los gastos de entrega, el flete y el patentamiento, que rondan entre el 0,5% y el 1% del valor del coche.
La otra alternativa de compra es el plan de ahorro, a la que pueden aspirar personas que no tienen fondos disponibles para realizar la compra directa, o quienes buscan tener cuotas mensuales más bajas. Por lo general, con plazos de 60, de 84 y hasta de 120 meses.
Los planes suelen “financiar” entre el 60% y el 70% del valor del vehículo (dependiendo de la marca), por lo que hay que contar con un saldo disponible de entre el 30% y el 40% del costo total, para licitar en el momento en que se quiera acceder al coche.
Las terminales permiten hoy retirar los vehículos si se paga el saldo a partir de la segunda cuota, con plazos de entrega que pueden ir de 20 a 45 días.
Las cuotas mensuales son en realidad cuotapartes, que se actualizan en función del valor total del coche, que para estos planes suele ser algo mayor que el precio de venta directa.
Las primeras 10 o 15 cuotas suelen incluir alguna bonificación, mientras que las restantes se calculan sin descuento alguno. Además, tras el retiro del auto, hay que sumar al pago mensual el costo de un seguro obligatorio hasta que se termine de pagar el plan.
Una buena: a lo largo de todo el plan, se pueden adelantar cuotas “puras”, sin gastos administrativos ni seguro.
Cada quien puede evaluar la opción más conveniente, pero lo cierto es que hoy es un buen momento para acceder a un cero kilómetros. Claro está, si la economía familiar y los niveles de ingresos y ahorro lo permiten.