Con la llegada de las vacaciones de verano, se multiplica una consulta frecuente en tribunales, escribanías y oficinas de Migraciones: cuál es la autorización que necesitan los niños y los adolescentes menores de 18 años para salir del país cuando viajan con uno solo de sus padres o sin ambos progenitores.
Diciembre y enero son, según coinciden jueces y escribanos, los meses de mayor demanda.
El juez de Familia Gabriel Tavip explicó que durante la feria judicial se incrementan de manera notoria los pedidos de autorización.
“En diciembre y en la feria de enero gran parte de los expedientes que ingresan son solicitudes para autorizar viajes. Cuando falta la autorización de uno de los progenitores, el caso se judicializa”, señaló.
Cuándo se necesita autorización
De acuerdo con la normativa vigente, todo menor de edad necesita autorización para salir del país cuando viaja solo, cuando viaja acompañado por un tercero o cuando viaja con uno solo de sus padres.
En el primer caso, la autorización debe ser otorgada por ambos progenitores. En el segundo, también. Y cuando el menor viaja con uno de los dos, el permiso debe ser otorgado por el progenitor que no viaja.
Estas autorizaciones pueden realizarse ante Migraciones, ante un escribano público o, en casos especiales, por vía judicial.
La delegación de Migraciones en Córdoba capital se encuentra en la calle Caseros 676 y también en el Aeropuerto, donde se pueden realizar estos trámites para casos de urgencia.
Permisos amplios o específicos
María Eugenia Chávez, de la comisión de comunicación institucional del Colegio de Escribanos de Córdoba, explicó que existen distintos tipos de permisos.
“El permiso puede ser amplio o específico. El amplio es el que autoriza al menor a viajar hasta los 18 años, a cualquier país. El específico es por un viaje determinado, por un plazo concreto y con destino definido. Eso lo deciden los padres”, detalló.
También existe la posibilidad de permisos recíprocos, firmados por ambos padres, que autorizan al menor a salir del país acompañado indistintamente por cualquiera de los dos.
Para realizar el trámite ante escribano se requiere: DNI del niño/a; DNI de los progenitores, documento que acredite el vínculo (partida de nacimiento, libreta de familia o certificado de nacimiento).
Además, el permiso debe ser legalizado por el Colegio de Escribanos, trámite que certifica la firma y sello del escribano actuante.
Cuánto cuesta y cuánto demora
Según la tabla de honorarios éticos mínimos del Colegio de Escribanos, estos son los costos:
- Permiso por tiempo determinado: $ 73.815.
- Permiso hasta la mayoría de edad: $ 147.630.
- Por cada hijo adicional incluido en el mismo permiso: $ 29.526.
Los honorarios están desregulados, por lo que los montos pueden variar. La legalización puede obtenerse en el día o al día siguiente, según el trámite elegido.

Cuando interviene la Justicia
El juez Tavip explicó que hay tres situaciones en las que suele intervenir el Poder Judicial:
- La primera se da cuando uno de los progenitores está privado de la libertad. Antes, los escribanos acudían a los establecimientos penitenciarios. Hoy, esa práctica casi no se realiza y se recurre a audiencias judiciales, muchas de ellas virtuales. “En general, cuando están detenidos, acceden a autorizar”, indicó el magistrado.
- La segunda situación es cuando uno de los progenitores está ausente o no se lo puede localizar. En esos casos, se consulta a Migraciones para verificar si la persona está o no en el país. Si se constata que no reside en Argentina, el permiso puede otorgarse con la autorización de un juez de Familia.
- En tercer lugar, cuando uno de los progenitores se opone al viaje. “Primero pedimos que agoten la vía extrajudicial. Si no hay respuesta, fijamos una audiencia rápida”, explicó Tavip. Cuando la oposición es infundada, las costas del proceso suelen imponerse a quien negó la autorización. En cambio, si la oposición tiene fundamentos, por ejemplo, riesgo de que el menor no regrese al país, el juez evalúa el caso en profundidad.
Un fenómeno en crecimiento
Según Tavip, este tipo de trámites creció en los últimos años, impulsado por una mayor conflictividad familiar y por los movimientos migratorios.
“Hay más familias que viajan al exterior por vacaciones o que regresan a sus países de origen. Eso genera más pedidos y más judicialización”, concluyó.






















