Un grave hecho habría tenido lugar este viernes en el Instituto Milenio de la ciudad de Villa Allende cuando un alumno habría sido abusado sexualmente por al menos tres compañeros de curso. La familia del niño realizó la denuncia esa misma noche luego de que personal médico les confirmara que las lesiones que tenía eran producto de un abuso sexual.
El niño de 10 años tiene síndrome de Down y de acuerdo con la versión de sus padres, no era la primera vez que sufría agresiones físicas de sus compañeros.
“Ayer lo fuimos a buscar al colegio y estaba muy nervioso. Le empezamos a preguntar qué le pasaba pero como tiene una discapacidad es muy difícil que cuente las cosas. Nos fue diciendo de a poco lo que pasó”, explicó en diálogo con La Voz el papá del niño, quien pidió resguardar su identidad y la de su hijo.
El hombre sostiene que se trató de una “violación con acceso carnal” y que los responsables son compañeros del mismo curso que su hijo. “T. estaba en el aula y pide ir al baño. Cuando va no sé por qué estos chicos entran y ahí es donde ocurre todo”, relató.
Según afirmó, al menos tres alumnos estuvieron involucrados en el delito, pero podrían ser más. Apunta principalmente contra uno de ellos al que califica como “el más peligroso” ya que otros padres lo habrían acusado también por episodios de violencia.
“Yo llamé al padre de este niño y primero me lo negó, pero después al chico se le escapó que estuvieron desde las 16.30 hasta 17.30 en el baño. ¿Una hora estuvieron y los docentes no vieron nada? Yo no puedo entender cómo se les pueden escapar cuatro alumnos una hora sin que se den cuenta”, se quejó.
Denuncia
Una vez que T. les contó lo sucedido a sus padres lo llevaron de inmediato al sanatorio Allende, donde luego de varios análisis y revisaciones les certificaron que había sufrido una violación. “La doctora que lo atendió dijo que nunca había visto algo así en un niño. Quedó muy lastimado”, comentó el papá.
Tras su paso por el hospital se dirigieron al Polo de la Mujer para realizar la denuncia. Allí permanecieron hasta las 6 de la mañana de este sábado y horas después debieron asistir nuevamente a una entrevista con una psicóloga. Por la tarde se encontraban en el Hospital de Niños para el suministro de antibióticos en pos de prevenir enfermedades.
“Hablamos con la directora del colegio ayer y le pedimos que no borre nada de lo que hay en las cámaras de seguridad. Ellos dicen que revisaron todo y que no ven nada pero no puede ser. Las autoridades no se hacen cargo, ¿cómo no va a haber ningún adulto en el patio o el pasillo controlando?”, agregó el hombre.
Desde la institución indicaron que están dispuestos a hacer todo lo necesario para esclarecer la situación.
“Nosotros no podemos dar cuenta de que el hecho que denuncian los padres haya ocurrido. De todas formas no quiere decir de ninguna manera que sostengamos que no haya pasado”, aclaró a este medio Cecilia Bertone, representante legal del colegio.
Respecto a la imágenes de la cámara de seguridad afirmó que están intentando salvaguardar todo el material de ese día con un técnico para poder entregarlas a la Justicia cuando se lo soliciten.
Por otro lado, aseguraron que están en contacto permamente con la familia de T. y que en la escuela se han activado todos los protocolos previstos por la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf) para estos casos.
“Estamos tratando de sobrellevar toda la angustia y el enojo que tiene la comunidad educativa. T. es un estudiante muy querido y todos queremos que se aclare lo que sucedió. Para nosotros es un golpe inmenso pero la prioridad es T. y en ese sentido estamos a su entera disposición”, planteó Bertone.
Antecedentes
El papá de T. aseguró que reportaron varias veces a la escuela de conflictos con los presuntos responsables del hecho. “El colegio ya sabía porque todo el año tuvimos problemas, era denuncia tras denuncia porque le pegaban o le hacían bullying. Tuvimos reuniones y en la última les dije que no quería que pasara a mayores pero me trataron de loco y acá están los resultados”, lamentó.
El hombre sospecha que no sería la primera vez que abusan de su hijo: “Hace un tiempo le pegaron y también pasó en el baño. Esa vez me contó que eran siete y comprobamos que le pegaron porque tenía la panza con moretones. Pensamos que fue solo la agresión, pero ahora tengo la duda”.
Aunque admite que ahora muchos les brindan apoyo, considerá que “el daño ya esta hecho” y buscará asesoramiento legal para continuar el camino judicial. “Mi hijo este año ya lo perdió porque a ese colegio no lo mando más. Tengo otra hija más chica a la que también la voy a sacar de ahí”, advirtió.
Y cerró: “Esto no puede quedar impune. No sé quién tiene que pagar, si el colegio o los padres de estos chicos pero yo voy a ir hasta lo último. Se trata de una violación a un menor de edad con una discapacidad, es gravísimo y alguien tiene que hacerse cargo. Alguien tiene que pagar el daño que nos hicieron porque nos han destruido como familia”.
