Un proyecto presentado en el Concejo Deliberante de Villa María pide declarar servicios esenciales a los jardines maternales de esta ciudad. El texto considera que su funcionamiento es vital para que padres y madres puedan seguir trabajando en el contexto de pandemia, y evita al mismo tiempo que niños y niñas deban quedarse en casas de familiares o vecinos para que los cuiden, generando movimientos y contactos en mayor cantidad de personas.
La propuesta fue presentada por Karina Bruno, presidenta del bloque de la primera minoría Vamos Villa María. La concejala explicó que los jardines maternales están inscriptos como una actividad comercial de servicio, y que no tienen currícula educativa, por lo que no deberían ser consideradas en el mismo tipo de medidas dispuestas para las escuelas y colegios.
“Hay que mirarlo desde el servicio más que desde la actividad. No se valoran las consecuencias que la medida genera”, dijo Bruno sobre el cierre de estos espacios al tiempo que se pasó a la virtualidad el sistema educativo.
“Los papás están complicados, y el sector ni hablemos”, agregó al edil.
Para que el proyecto prospere, debe ser considerado primero en la comisión de acuerdo y luego ser tratado en sesión. Fuentes de la oposición como del oficialismo consultadas consideraron que podría ser de difícil aprobación.
En sus argumentos, el proyecto señala que en la actividad de los jardines maternales “no ha sido ni son un foco de contagio” y que, llevada adelante con cumplimiento de los protocolos vigentes, la actividad “es perfectamente realizable”.
En cuanto al fundamento de la esencialidad, se apoya en los casos de papás y mamás que necesitan dejar a sus hijos en un lugar con todos los cuidados, para así ellos poder cumplir con sus actividades laborales.
“Si los jardines cierran, ¿Dónde van a dejar sus hijos los papás y mamás de las actividades esenciales y de las no esenciales mientras las llevan adelante?”, se preguntó la concejal.
También mencionan que fueron uno de los últimos sectores en volver a la actividad luego de estar casi todo el año 2020 parados. “Muchos de ellos no pudieron resistir y otro realizaron inversiones para adecuar sus salones a los protocolos exigibles que aún no pudieron amortizar”.
Docentes
Florencia Salvatori, propietaria y docente del jardín maternal Un Mundo Ideal, dijo que la situación “es bastante triste” por tener que cerrar las puertas hasta el 21 de junio.
“Es complicado poder sostener el jardín, los sueldos de docentes, gastos fijos y las familias que vivimos del jardín. Nuestra lucha es que nos dejen abrir como comercio, que es como estamos inscriptos en el Municipio. Queremos abrir como cualquier otro comercio hasta las 19 horas”, pidió.
Dijo que “hay una confusión. Nos incluyen en las medidas para el sector educativo, pero estamos inscriptos como comercios y necesitamos volver a trabajar”.
Agregó que “los padres están desesperados porque no tienen donde dejar a sus hijos. Tienen que volver apagar una niñera y no todos cuentan con ese dinero”.
