Días atrás, la fiscalía de Instrucción del Segundo Turno de Villa María, Juliana Companys, detuvo a un joven de 21 años por el delito de grooming, vinculado a abusos a través de redes sociales o internet. Durante el procedimiento, personal de la División Cibercrimen se advirtió que tenía tenencia y distribución de imágenes de abuso sexual infantil y a quien enviaba el material era a un sacerdote de la ciudad.
Inmediatamente, la fiscalía ordenó el allanamiento al establecimiento del cura. En el lugar se encontraron con que el hombre habría borrado el material y desapareció. Hasta este miércoles 29, nadie sabe dónde se encuentra.
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El dato de la fiscalía es claro: el detenido por distribución enviaba al religioso las imágenes, pero al no encontrarlas en los dispositivos no pueden imputarlo. “Estaba todo borrado”, indicó una fuente judicial a La Voz.
Sin embargo, Companys inició una investigación contra el sacerdote y se encuentra a la espera de los resultados que arroje el sistema de recupero de archivos que utiliza el poder judicial.
Esto permitirá, en caso de obtener las imágenes aparentemente borradas, imputar al hombre y pedir su detención. Mientras, está en de investigación y sin imputación.
