Durante la madrugada del sábado un temporal de fuertes lluvias y granizo castigó diferentes puntos de la provincia y fue la localidad de Villa San Nicolás, ubicada a 33 kilómetros al oeste de la Capital, la más perjudicada por los destrozos.
Circulando sobre la autopista Córdoba-Carlos Paz a la altura de Parque Cocoguana y el country La Arboleda, se empiezan a ver las primeras consecuencias de lo que los vecinos sospechan fue más que una tomenta.
El recorrido se va tiñendo de árboles caídos sobre el terrreno y otros en pie, pero con ramas que parecían arrancadas de forma caprichosa y deliberada.
Dicha autopista permaneció bloqueada en el sentido hacia la Capital hasta el mediodía para retirar los troncos que se precipitaron sobre la ruta y se debió habilitar la colectora para el paso de los vehículos.
En horas de la siesta cuadrillas de Epec seguían trabajando en el área para restablecer el servicio de energía, interrumpido desde el inicio de la tormenta.
La intensidad de la lluvia sorprendió a los vecinos alrededor de las tres de la mañana cuando luego de un breve pero destructor período resultaron dañados vidrios, postes de luz, paredes y techos de chapa.
“Se sintió como si fuera la turbina de un avión primero y después cayó la piedra, no me olvido más”, contó en diálogo con La Voz Melina Saavedra, vecina del barrio Mariano Moreno de Villa San Nicolás.
Melina vive con sus tres hijas de 12, 9 y 6 años y sufrió la voladura de su techo al igual que le sucedió a otras dos familias ubicadas a pocos metros. “Todo el esfuerzo de un año invertido en nuestra casa se nos fue en un segundo. Nos dejó destruídos. No sabemos dónde vamos a dormir”, relató y contó que entre los vecinos se organizaron para ayudarse a reparar los daños en viviendas y para alojarse entre sí durante la noche.
Una familia con su beba de meses tuvo que encerrarse en el baño para protegerse de la lluvia justo antes que su techo se volara y alrededor de las 17 sacaban colchones y ropa al sol para que se secaran luego de quedar empapadas por el agua.
Otra vecina del sector contó que los vidrios de su casa quedaron destruidos por las ráfagas de viento y piedra: “en 15 minutos se destruyeron las ventanas, tapias, techos y un montón de postes. Estamos sin luz y no sabemos cuando va a volver, nos estamos quedando sin batería”.
Desde la empresa de energía informaron que siete cuadrillas trabajaron en el mantenimiento de las líneas aéreas de la zona desde la madrugada y a las 19:30 confirmaron a este medio que el servicio en media tensión se normalizó de manera total en todos los barrios afectados por la tormenta. “Restan algunos sectores pequeños en baja tensión dentro Villa San Nicolás. Las cuadrillas continúan trabajando”, detallaron.
Por otra parte, mientras La Voz recorría el área el subsecretario de Gestión y Desarrollo Social Malagueño, Marcelo Osses, se encontraba en pleno relavamiento de los daños en las viviendas para ofrecer una posterior ayuda desde el área de acción social del municipio local. Consultado sobre la asistencia inmediata que podían recibir los vecinos ante la situación de emergencia indicó que a cada familia afectada se le entregó pañales, leche y órdenes de compra de alimentos para que los retiren en distintos comercios.
“A partir del lunes cada familia va a llevar un presupuesto de los materiales que necesitan con urgencia para reparar sus viviendas a Desarrollo Social de Municipalidad y posteriormente se aprobrarán algunos para que realicen la compra”, agregó.
A su vez, desde el Gobierno de la Provincia informaron que con motivo del temporal se activó el Fondo permanente para atención de situaciones de desastre para remediar los daños causados, en particular con los vecinos de Villa San Nicolás. Asimismo, indicaron que el ministro Julián López mantuvo contacto con el intendente Pedro Ciarez y dispuso de una asistencia financiera de $1.500.000 al municipio de Malagueño para que puedan atender urgencias.
