El fin de semana, con altas temperaturas y el río Paraná en bajante, se registraron al menos cuatro ataques de palometas en la zona de islas frente al Gran Rosario. Los incidentes ocurrieron principalmente en el Paraná Viejo, específicamente en el llamado Paso de Destilería, un área ubicada aguas arriba del puente Rosario-Victoria.
Entre los afectados se encuentra una médica del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), quien sufrió la mordedura de una palometa que le arrancó un pedazo del dedo gordo del pie.
Otros casos incluyen a un empresario que también fue mordido en el empeine y a un hombre que recibió el ataque mientras estaba en su velero. Además, una mujer de 54 años fue atacada en un dedo de la mano y trasladada de urgencia.
Una de las víctimas relató que sintió una mordida y se sorprendió por el sangrado, destacando la importancia de llevar un botiquín para realizar las primeras curaciones. Las heridas producidas por las palometas son mayormente circunferenciales y pueden requerir sutura.
Por qué atacan las palometas
Según los expertos, la bajante del río y las altas temperaturas son factores que favorecen la proliferación de estos peces, que son de la familia de las pirañas. El calor acelera su metabolismo, volviéndolos más activos y agresivos en la búsqueda de alimento. Aunque su dieta es omnívora, en estas condiciones tienden a volverse carnívoras. Los ataques a humanos ocurren porque confunden el movimiento de los pies con el de sus presas.
Recomendaciones y precauciones
Ante la situación, el director del Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), Cristian Bottari, recomienda sumergirse solo en playas habilitadas, ya que las palometas se mueven en cardúmenes y suelen estar en zonas donde los pescadores descartan carnada.
También se aconseja evitar entrar al agua con heridas o lastimaduras. Si se sufre un ataque, es importante retirarse inmediatamente del agua, dar aviso al guardavidas y lavar la herida con abundante agua y jabón.
En Santa Fe, también se han registrado múltiples ataques de palometas. En la Costanera Este, 33 personas fueron asistidas por mordeduras. En San José del Rincón, incluso se prohibió el ingreso al agua en el balneario “Luis Beney”, transformándolo en un solárium temporal. Entre el domingo y el lunes, en la playa de Rincón se produjeron cinco ataques, cuatro de ellos a menores de edad.
La presencia de palometas en el río Paraná y la laguna Setúbal, especialmente en condiciones de bajante y altas temperaturas, ha generado una situación de alerta en la región. Es fundamental tomar precauciones y seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar ataques y disfrutar del agua de manera segura.