El lunes pasado la tabacalera Massalin, una de las principales del país, anuncio un aumento del 14 por ciento en promedio para sus marcas de cigarrillos. El incremento no tardó en replicarse desde Buenos Aires hacia el interior del país.
Dicho incremento es el quinto en lo que va del año. Con la suba, los precios van desde los 200 pesos para las etiquetas más económicas de 10 unidades, hasta rozar los 500 pesos en los paquetes de 20 cigarrillos.
Cuánto salen las 20 unidades
En los quioscos del Centro cordobés los precios varían dependiendo de las marcas. Entre más conocidas, la lista empieza con Lucky Strike y Rothmans, con un precio de 340 a 370 pesos, para la etiqueta de 20 unidades.
Los paquetes de las marcas Camel y Chesterfield en sus versiones comunes arrancan desde los 400 a los 450 pesos, llegando a los 500 en las versiones “box”.
La marca Philips Morris cuesta desde 350 a 430 pesos. El clásico Marlboro tiene un rango de precios entre 400 y 450 pesos, dependiendo de sus versiones.
La lista se cierra con uno de los cigarrillos más tradicionales del mercado: el Parliament con un precio de 470 pesos.
La alternativa económica: cigarrillos armados
Una alternativa que surgió a partir de los aumentos de los últimos meses para muchos consumidores es la compra de tabaco suelto y el armado sus propios cigarrillos.
Si bien hay variedad de marcas y orígenes, uno de los tabacos más vendidos de línea intermedia es Van Haasen, que cuesta el 590 pesos el paquete de 30 gramos. Para una persona que fuma en promedio cinco cigarrillos por día, el paquete puede durar hasta 14 días.
Para poder armar los cigarrillos también es necesario adquirir el papel (sedas) que cuestan entre 110 y 150 pesos, las 50 unidades. Por otro lado, como elemento opcional están los filtros, que vienen en paquetes de 150 unidades de la marca Stamp por 200 pesos.
Si se tienen en cuenta estos costos se debería hacer una inversión inicial de 900 pesos aproximadamente y luego ir renovando solo el paquete de tabaco según el consumo.
Esta opción también es elegida por los usuarios que quieren disminuir su consumo, dado que al no tener el producto terminado afirman que fuman menos.
Para los que no sepan armar los cigarrillos hay herramientas como el armador, que viene de materiales como bambú, metal o de plástico, y los precios parten desde $490 a $1100. También existen armadores automáticos por 1.450 pesos.
La encargada de P&B Club de Caballeros, una tienda especializada en barrio Güemes, recomienda el uso de tabaqueras para guardarlo y conservar su frescura y humedad. Los hay de cuerina por $1900 y los hechos con papel tyvek alcanzan los $ 2500.
