En plena transformación del sector inmobiliario, durante los últimos años se consolidó un nuevo modelo tecnológico que eleva la vara de la calidad de los servicios. Ya no se trata de moverse con soltura a través de las redes sociales para captar clientes: la nueva coyuntura demanda un equipo con un profundo conocimiento de diversas herramientas tecnológicas de vanguardia.
Los profesionales inmobiliarios son cada vez más conscientes de que la rentabilidad económica depende, cada vez más, de crear momentos memorables en la relación con los consumidores. Sin embargo, lo que quizá no sea tan evidente es el cambio radical en la experiencia del cliente promovida, por ejemplo, por el uso de tecnologías como la realidad aumentada, la realidad virtual, la realidad mixta y la realidad extendida.
“La incorporación de la tecnología a la actividad inmobiliaria, ya sea para ganar en productividad, en mejoramiento de procesos, como medios esenciales de comunicación o simplemente para aggiornarse a las nuevas tendencias es un hecho. En pleno proceso de transformación del sector inmobiliario, el impacto tecnológico dejó de ser algo emergente para consolidarse como una realidad estructural que redefine la manera en que trabajamos, nos relacionamos con los clientes y gestionamos nuestras operaciones. La presencia en redes sociales o publicaciones en portales ya no alcanza. El nuevo modelo tecnológico eleva la vara de calidad y eficiencia, y nos interpela como profesionales”, subrayó Agustín Tea Funes, ex presidente de la Cámara de Corredores Inmobiliarios de la Provincia de Córdoba (Cacic) y actual miembro de la comisión directiva de esa entidad.
Así, el nuevo estándar tecnológico implica una suerte de “nivel cero” a partir del cual se apuesta a crecer.

Un cambio de paradigma
A través de la spatial computing o computación espacial (la tecnología que integra los mundos digital y físico), la tecnología permite mostrar un edificio o una casa que aún no se construyó: eso abre a los interesados la posibilidad de “caminar” por esos lugares en construcción e incluso sugerir modificaciones en el diseño.
El uso de drones también revoluciona el marketing inmobiliario, ya que permite mostrar las propiedades desde muchos ángulos únicos. Los clientes no sólo ven la casa, el techo y el patio, por ejemplo, sino también el barrio circundante y las vistas.
Desde Cacic entienden que esta transformación tecnológica no es sólo una cuestión de familiarizarse con determinadas herramientas, sino de cultura profesional. La incorporación de inteligencia artificial (IA), sistemas de gestión automatizados, Big Data inmobiliaria, recorridos virtuales 360°, firmas digitales, sistemas de Gestión de Relaciones con Clientes (CRMs) inteligentes y análisis predictivo del comportamiento del mercado exige un cambio de mentalidad en quienes ejercen el corretaje.
La intermediación tradicional, basada en relaciones personales (el cara a cara) y la experiencia empírica siguen siendo muy valiosos en la profesión, pero deben integrarse con un nuevo tipo de conocimiento técnico. Hoy, un equipo inmobiliario debe saber interpretar métricas digitales, optimizar campañas en plataformas, segmentar audiencias con precisión y administrar procesos de forma remota, segura y eficiente.
“En este contexto, la Cámara asume un rol clave: promover la capacitación continua, fomentar la profesionalización tecnológica y generar espacios de actualización permanente. No hay que quedarse atrás, sino liderar la evolución. Siempre y cuando esté bien monitoreado por los miembros de las inmobiliarias, el uso de estas nuevas herramientas (como por ejemplo los bots) mejoran la experiencia del cliente, optimizan los tiempos de respuesta, brindan transparencia y generan mayor trazabilidad en cada operación”, remarcó Tea Funes.
En la misma línea, se reconoce que el avance tecnológico ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una realidad estructural que transforma de manera profunda el ejercicio del corretaje inmobiliario. En ese sentido, las nuevas tecnologías se posicionan como aliadas imprescindibles y los corredores que marcan tendencia son aquellos que se rodean de un equipo multidisciplinario para enfocarse en maximizar sus oficinas a nivel comercial.
“El impacto de la digitalización se manifiesta en todos los aspectos de nuestra actividad: desde la captación y difusión de inmuebles, hasta la gestión de clientes, el análisis de datos y la formalización de operaciones. Esta evolución no reemplaza el rol del corredor matriculado, sino que lo enriquece y lo posiciona como un profesional estratégico, capaz de integrar herramientas tecnológicas con conocimiento del mercado, ética y cercanía con el cliente. En este contexto, el CPI asume el compromiso de acompañar a sus matriculados en este proceso de transformación, generando espacios de formación, actualización permanente y acceso a contenidos que permitan incorporar nuevas habilidades digitales sin perder la esencia del rol asesor y humano que distingue a nuestra profesión”, destacó Lucas Péndola, presidente del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) Córdoba.
Así, el CPI impulsa una visión moderna del corretaje, en la cual la tecnología no es un fin en sí mismo sino un medio para brindar un servicio más eficiente, transparente y de mayor valor agregado.
“Creemos en un futuro donde lo digital y lo humano se complementen para construir un mercado inmobiliario más profesional, dinámico y a la altura de las demandas de la sociedad actual”, agregó Péndola.
“El impacto tecnológico en el sector inmobiliario ha sido transformador en los últimos años. La incorporación de nuevas herramientas y plataformas digitales cambió la forma en que se compran, venden, alquilan y gestionan propiedades. Hoy, gracias a Internet tenemos mayor acceso a la información, los clientes pueden explorar videos, recorrer virtualmente las propiedades y ver fotos desde cualquier lugar, lo que facilita la toma de decisiones”, enumeró Gabriela Piancatelli, presidenta del Centro de Corredores Inmobiliarios de Córdoba (CecinCba).
Las herramientas de realidad virtual permiten ahorrar tiempo y recursos tanto para clientes y compradores como para los corredores inmobiliarios. La tecnología ayuda a entender mejor las tendencias del mercado, identificar oportunidades y establecer precios más precisos. Hoy, la mayoría de las inmobiliarias automatizan procesos administrativos y contratos digitales, lo que mejora la eficiencia y calidad del servicio.
“En resumen, la tecnología ha hecho que el sector inmobiliario sea más accesible, eficiente y transparente, lo que beneficia tanto a profesionales como a los clientes”, concluyó Piancatelli.

Recursos que aportan valor agregado al corretaje inmobiliario
“El sector inmobiliario argentino se encamina hacia un nuevo estándar tecnológico que redefine nuestra profesión. Ya no alcanza con presencia en redes sociales y profesionales o habilidades comerciales: hoy se necesita un ecosistema digital integral que potencie al agente inmobiliario y le permita brindar experiencias memorables a sus clientes en tiempos de ejecución y en resultados”, afirmó Mariano García Malbrán, presidente de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi).
El nuevo estándar tecnológico del sector inmobiliario incluye recorridos virtuales o videos 360º de inmuebles en venta o en alquiler, así como el virtual staging: en el amoblamiento virtual se utilizan imágenes y efectos visuales para mostrar cómo podría verse una propiedad amueblada y decorada sin tener que mover mobiliario o invertir tiempo en decoraciones. A su vez, los gemelos digitales replican sistemas o entornos del mundo real en forma digital, y sirven para varios propósitos como monitoreo, análisis y optimización. Y aun más: el proceso de compra, venta y transferencia de propiedades se vuelve más transparente, seguro y eficiente mediante el uso de blockchain.

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