Durante cada invierno, los consorcios de edificios enfrentan una de las decisiones más sensibles: cuándo (y por cuánto tiempo) encender la calefacción central. Es un tema sensible, que afecta directamente al bolsillo de los vecinos. El informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) referido al mes más crudo del invierno (julio pasado) marcó una inflación del 1,9% y una variación interanual del 36,6%, mientras que el rubro Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles subió 1,5%.
Ya con el cierre del invierno proyectado en las cifras, se estima que los gastos de gas en los edificios subieron más de 150% interanual en la temporada fría de este año 2025. Si bien el consumo se mantuvo relativamente estable, el incremento tarifario volvió más costoso el encendido de las calderas, lo que llevó a las administraciones a evaluar junto a sus consejos la aplicación de medidas como limitar el encendido a horarios pico o durante los fines de semana.
Con precisión, el último informe de expensas de ConsorcioAbierto enfocado en la temporada invernal mostró que los gastos de gas aumentaron 157,3% interanual.

Contexto local
“Durante el primer semestre de 2025, la administración de consorcios en Córdoba se vio marcada por una combinación de aumentos en servicios esenciales y mayores costos laborales, lo que generó un impacto en las expensas que afrontan los consorcistas e inquilinos. Si bien se percibió una desaceleración respecto al año 2024, los incrementos en costos fijos continúan. En primer lugar, la energía eléctrica tuvo incrementos sucesivos que superaron la inflación”, apuntó Sebastián Viqueira, vicepresidente de la Cámara de Propiedad Horizontal (CAPH) de Córdoba.
A eso se sumaron los incrementos en salarios y cargas sociales del personal de portería y el costo de la seguridad privada. Los incrementos por paritarias de ambos rubros (si bien fueron necesarios para recomponer los ingresos de los trabajadores), representan para los consorcios un rubro de peso que explica, por sí solo, casi dos tercios del presupuesto mensual de muchos consorcios.
Aspectos adicionales
Otros factores no menores fueron los costos de mantenimiento preventivo y reparaciones: ascensores, impermeabilizaciones y reparaciones de filtraciones típicas de la época invernal. El encarecimiento de materiales de construcción y repuestos, con aumentos por encima de la inflación promedio, volvió más onerosa la conservación edilicia.
En síntesis, los consorcios cerraron el invierno 2025 con expensas que en la mayoría de los casos crecieron en línea con la inflación pero, como viene sucediendo hace tiempo, resignando las obras de mantenimiento a las mínimas indispensables.
“Desde la Cámara de Propiedad Horizontal de Córdoba entendemos que este escenario exige mayores esfuerzos en la gestión de los administradores, responsabilidad de los consorcistas y, a la vez, políticas públicas que contemplen a la propiedad horizontal como un actor central en la vida urbana”, remarcó Viqueira.

Inversiones que ahorran
Recurrir a medidas como postergar el mantenimiento de calderas y sistemas de calefacción para forzar un ahorro puede derivar en una falsa economía: los desperfectos suelen aparecer en los meses de mayor demanda, uando conseguir un técnico resulta más difícil y caro.
En ese marco, un chequeo anual por parte de un gasista matriculado no sólo previene roturas, sino que mejora el rendimiento del equipo y reduce el consumo. Los gastos operativos y de mantenimiento representan, en promedio, el 27% de las expensas, aunque varían según el tamaño del edificio: 25% en edificios pequeños y hasta 52% en los grandes, donde pesan más servicios como seguridad y limpieza. Los servicios públicos, en tanto, ocupan entre 13% y 15% del presupuesto, según el informe de ConsorcioAbierto.
Claves para tener en cuenta
En un contexto de costos crecientes, la planificación y el mantenimiento preventivo son aliados fundamentales, mientras que la automatización y la tecnología se van transformando en en recursos cada vez más presentes. Hoy, es posible programar los sistemas de calefacción, monitorear el gasto energético, detectar fugas y proyectar mantenimientos preventivos que eviten emergencias costosas.
“Para garantizar un manejo adecuado de los gastos del edificio, es clave mantener medios formales y trazables en las interacciones entre administradores y consorcistas. La tecnología ayuda a tender estos puentes que brindan transparencia y mejoran la convivencia”, concluyó Albano Laiuppa, director de ConsorcioAbierto.
Seguridad: cuidado con el monóxido
Al tiempo que se ajustan los gastos comunes, también resulta importante mirar hacia adentro de cada departamento. En cada temporada de invierno crece el uso de estufas, calefones y braseros, y con eso, el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono.
Ese gas tóxico, inodoro e incoloro, es responsable de más del 50% de las intoxicaciones en los meses fríos, según el Ministerio de Salud de la Nación. Las principales causas son artefactos mal instalados o con falta de mantenimiento. La siguiente es una lista de prácticas que se deben impulsar dentro de los edificios, y que resultan válidas siempre, si bien cobran más vigencia durante el invierno:
• verificar que estufas, calefones y termotanques tengan ventilación al exterior.
• no obstruir rejillas de ventilación ni tapar salidas de aire.
• evitar el uso de braseros o estufas sin tiro balanceado.
• apagar la estufa antes de dormir o al ausentarse.
• hacer revisar los artefactos por un gasista matriculado al menos una vez al año
Desde ConsorcioAbierto sugieren que antes de cada temporada invernal las administraciones envíen comunicados claros a los vecinos con medidas de prevención, teléfonos útiles y recordatorios de mantenimiento. Eso ayuda a generar conciencia, evitar emergencias y reforzar la seguridad del consorcio.
En tiempos de inflación y tarifas en alza, el cuidado preventivo y la tecnología se vuelven aliados imprescindibles para atravesar cada temporada sin sobresaltos.
