Aunque pueda parecer lógico que contar con más inmobiliarias aumenta las posibilidades de venta o alquiler de una propiedad, la realidad suele ser muy diferente. Esa práctica, lejos de ser un beneficio, puede generar complicaciones que terminen afectando al vendedor.
Cuando el propietario-vendedor firma una exclusiva no pierde oportunidades, ya que hoy las inmobiliarias trabajan en red y conforman grupos de trabajo colaborativo donde unen esfuerzos para cumplir las expectativas de sus clientes. En este marco, más que competir, trabajan en equipo. Por eso, a la hora de elegir la inmobiliaria interviniente para poner el producto en exclusiva, el propietario debe tener la seguridad de que el profesional forma parte de una red de trabajo colaborativo, donde la vidriera se multiplica exponencialmente de manera segura.
“Estoy convencida de que un inmueble con carteles de inmobiliarias en simultáneo se encuentra a la vista del consumidor ´de remate´, lo que pone de manifiesto una urgencia por vender. Muchas veces, eso desprestigia y desvaloriza la propiedad, que con el tiempo se vende (en general) por debajo de su valor. En mi experiencia profesional, mis clientes en exclusiva son mi prioridad y son clientes satisfechos”, remarcó Marín.

Claves a considerar
En la misma línea, María Andrea Pérez, titular de la inmobiliaria Andrea Pérez Cordi Activos Inmobiliarios, afirmó que contar con el servicio de un corredor inmobiliario en exclusividad ofrece múltiples ventajas para vendedores y compradores de propiedades, entre ellas:
1. compromiso y dedicación. Al otorgar exclusividad, el profesional asume el compromiso de brindar un servicio que deleite al cliente y sabe que es el responsable de alcanzar los objetivos de quien lo contrató; eso lo conduce a invertir tiempo y recursos para lograr el mejor resultado posible.
2. estrategias de marketing efectivas y personalizadas. Un contrato de exclusividad permite diseñar y ejecutar una estrategia de marketing customizada y acorde a las condiciones de mercado para ese inmueble. “Eso incluye la realización de campañas publicitarias específicas, promoción en los mejores portales y con el nivel de destaque adecuado que aumente la visibilidad de la propiedad para atraer a potenciales compradores”, subrayó la referente.
3. simplificación del proceso. Trabajar con un único profesional facilita la comunicación y coordinación, lo que evita la confusión que puede surgir al involucrar a múltiples intermediarios. Eso garantiza que todas las partes estén alineadas y que el proceso se desarrolle de manera fluida y ordenada. Un profesional con exclusividad mantiene una comunicación constante sobre el progreso de la venta. Al tener el control total de la comercialización, optimiza el valor en el mercado y evita publicaciones a diferentes precios.
4. representación y negociación efectiva. Con una relación exclusiva, el profesional actúa como representante directo del cliente, defendiendo sus intereses en todo momento, pues conoce en profundidad la propiedad y los objetivos del vendedor, garantizando su cumplimiento efectivo. La experiencia y el conocimiento del mercado le permiten identificar oportunidades y maximizar el valor de la propiedad.
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