Los desarrolladores uruguayos destacan que las consultas de argentinos para invertir en esas orillas se multiplicaron este verano, alentadas por una temporada que proyecta ser récord y que ya llevó cerca de 600 mil visitantes, de los cuales casi el 50% viajaron desde nuestro país gracias al achique de la brecha cambiaria y los beneficios fiscales que les ofrece el vecino.
Según los datos proporcionados por la Dirección Nacional de Migración (DNM), que contemplaron del 20 de diciembre de 2024 al 12 de enero de este año, Argentina aportó 295.616 visitantes de los más de 598.000 turistas que ingresaron. Ese período marca el inicio de una de las temporadas más importantes para el turismo uruguayo, consolidando a ese país como uno de los destinos preferidos en Sudamérica. Según el presidente de la Cámara Inmobiliaria Punta del Este–Maldonado, Javier Sena, la ocupación osciló entre el 90 y 95% en el inicio de temporada entre locales y extranjeros.
Covid-19 impulsó al mercado inmobiliario como refugio de valor, con costos de mantenimiento bajos y con valores que muy pocos países del mundo están dando.
Santiago Pierro, Presidente de Liderus
Atributos
Un gran atractivo para los argentinos esta temporada es la cotización cambiaria “más amigable”, ya que los precios en dólares se mantuvieron estables en Uruguay respecto al verano pasado, pero este año resultan más accesibles para los argentinos y, en algunos casos, se muestran competitivos respecto a destinos premium nacionales.
“Hubo un fuerte incremento de afluencia de argentinos respecto de la temporada anterior. Se está revalorizando la zona tanto en inversores como en personas interesadas en vivir, ya que la calidad de vida de la zona hizo que muchos argentinos y uruguayos elijan vivir en Punta del Este, y alrededores, todo el año. El público fue mutando, y si bien siguen los proyectos de lujo tradicionales hay nuevos perfiles que van desde jóvenes que eligen vivir en la zona gracias a los beneficios del home office como adultos mayores que buscan un ritmo de vida más tranquilo”, expresó Santiago Pierro, presidente de Liderus.
“Tradicionalmente las zonas de verano son lugares balneario y de segunda casa, donde la inversión se basa en la conservación del patrimonio y en la posibilidad de utilizar esas viviendas, principalmente durante el verano. Es decir que al mismo tiempo que se van de vacaciones, principalmente los argentinos refugian sus ahorros fuera de su país en un lugar con un gran atractivo para veranear y con políticas económicas tradicionalmente más estables y seguras como las uruguayas”, argumentó Fabián Kopel, cofundador de Kopel Sánchez.
En tanto, Montevideo es una opción que permite resguardar capital, con la ventaja de utilizar tanto para uso personal como para obtener una rentabilidad más estable a través de alquileres mensuales, lo que lo vuelve más predecible para los inversores, gracias a una población residente permanente durante todo el año. “Incluso, tenemos casos de argentinos que pasan primero por la capital,especialmente en verano, para conocer o reservan una unidad en alguno de nuestros proyectos, para luego vacacionar en familia en zonas balnearias tradicionales del país”, agregó Kopel.
En conclusión, el sector inmobiliario mostró un interés renovado de inversores argentinos en Uruguay, quienes aprovecharon oportunidades en propiedades (principalmente en Maldonado, Rocha y Montevideo), dado que ese país cuenta con la ventaja de ser tradicionalmente más estable y seguro (tanto a nivel político como económico) que Argentina.