Pocas ocasiones hay en el año tan significativas para reunirse en multitud y compartir anécdotas, risas y abrazos con las personas que uno ha elegido a lo largo de la vida.
Por lo tanto, comida y bebida no pueden fallar en la juntada del Día del Amigo porque funcionan como discretos incentivos de placer culinario y espiritual. Es la ocasión perfecta para jugar con los vinos, elegir etiquetas nuevas, probar otras cepas, disfrutar a pleno variando el tipo o el estilo de vino.
Como seguramente son muchos participantes, elegir botellas diferentes se convierte en la mejor manera de probar la diversidad de vinos que se están elaborado en Argentina.
Hay muchísimas novedades en todos los niveles del vino, tanto de precio como de estilo. La recomendación es elegir variedad: en lo distinto está lo interesante y son ocasiones para experimentar y explorar, ampliando el abanico de gustos entre las opciones interesantes.
Si bien acompañar la comida es importante, es también buena ocasión para probar la manera en que algunos vinos acompañan bien comidas diversas o momentos impensables.
Aquí proponemos 12 vinos bien diferentes como una pequeña guía para seleccionar con qué acompañar esta ocasión tan especial y entrañable.
1. Teho Tomal vineyard, Bodega Mil Suelos, 2018, Mendoza

Para una reunión de alta categoría, un glorioso blend de malbec y cabernet sauvignon de La Consulta, un viñedo muy exclusivo que Jeff Maussbach y Colo Sejanovich vienen trabajando desde hace años logrando grados de refinamiento y precisión destacados.
Voluptuoso, masticable, con capas de sabores que dejan un recuerdo múltiple y caudalosamente intenso. Para paladares pretensiosos es una opción que prestigia la mesa y da gloria al momento, va con tabla de quesos intensos y carnes a la parrilla. De esos vinos que dejarán un recuerdo imborrable en una reunión de amigos.
2. Don Manuel Villafañe Reserva, cabernet franc, 2021, Mendoza

La cepa de moda en Argentina tiene un excelente exponente en este cabernet franc de la bodega Don Manuel Villafañe. Está en El Paraíso, una zona cálida de Maipú, y el enólogo Manuel González Bals se ha hecho cargo recientemente de todo el equipo enológico guiando hacia una elaboración refinada.
Delicado, con tonos sucrosos en boca, el pimiento asado tan característico del cabernet franc emerge tenue, pero con presencia, aromas a hierbas finas. Una bodega que produce sólo con uvas de sus propios viñedos. El cabernet franc está en su plenitud en Argentina y va muy bien con toda comida.
3. Tío Excéntrico Corte de tintas, bodega Giménez Riili, 2024, Mendoza

Enclavada en Chacayes, una zona muy aromática y extrema, la bodega de la familia Giménez Riili se puede jactar de tener una muy interesante variedad de grandes exponentes de vinos que representan esa zona, caracterizada por la personalidad aromática a hierbas salvajes y toques de especias como marca de distinción.
Este corte de tintas es una edición limitada que vale la pena: muchas notas a frutas rojas frescas con pinceladas de picantes, buena acidez y bien largo en boca.
Gastronómico, aunque es tan particular y lleno de notas interesantes que se puede tomar solo, disfrutando a pleno cada trago jugando un juego de mesa con los amigos.
4. Hermanos Tormenta Co-fermentados, 2024, Mendoza

En reuniones multitudinarias, en las que pinta guitarreada y un disfrute largo, los vinos deben ser jugosos y más tendiendo al placer ocasional que a las complejidades incómodas.
Hermanos tormenta es un lanzamiento nuevo de vinos cofermentados, a muy buen precio y con la curiosidad del encuentro del malbec con uvas blancas fermentado juntas. Proceso complejo y jugado, la explicación da para especialistas.
Basta decir que los blancos mitigan la expresión de la uva tinta y conjugados dan vinos más suaves, expresivos y diferentes. Suena extraña la combinación, pero están impecables: viognier, sauvignon blanc, torrontés acompañando al malbec es una tormenta de sabores expresivos.
5. Doña Paula Riesling single vineyard, 2024, Mendoza

A la hora de pensar un vino diferente, el mercado actual ofrece varias cosas. El riesling de Doña Paula es una novedad que impacta. Bajo la mano maestra del enólogo Martín Kaiser, los viñedos en Gualtallary, a más de 1.300 metros de altura, están ofreciendo rasgos novedosos y nunca vistos en vinos argentinos.
Este riesling en particular es un ejemplo. Al estilo alemán, con filo y leves trazos salados, cítrico, muy complejo, refresca la boca y ofrece un placer inusual. Para los que gustan de los vinos vibrantes y que sorprenden, es una recomendación para acompañar la picada o mariscos frescos.
6. Chañarmuyo Gran malbec, Viña Providencia, 2021, La Rioja

Una bodega que ha crecido al calor de un gran trabajo en una zona inhóspita en el norte de La Rioja. Nadie hubiera pensado en que podrían salir vinos de una zona así, pero el emprendimiento Chañarmuyo no sólo fructificó con su hotel de lujo, sino que está atrayendo inversores a la zona en busca de terrenos para viñedos.
Con enología de Matías Prieto el refinamiento se fue imponiendo en los vinos domando la agresiva naturaleza de la zona. Hay mucho para explorar en el portfolio de esta bodega.
Viña Providencia es el vino más complejo, con 18 meses de crianza en roble francés de primer uso, lo que le da una potente presencia en boca. Gran potencial de guarda, es también un gran vino para los nostálgicos de la época de la presencia firme de madera. Con guisados o locro, compañía ideal.
7. Araucana Río de los ciervos malbec rosé, bodega Ribera del cuarzo, 2024, Río Negro

Una bodega relativamente nueva pero trabajada sobre unos míticos viñedos muy antiguos plantados por una condesa italiana, cargados de historia y de leyenda, en las bardas del río Negro en la zona de Valle Azul. A cargo de esta bodega está Felipe Menéndez, proveniente de una familia cargada de historia en la Patagonia que se remontan al siglo 19.
Navegantes, comerciantes, pioneros exploradores de los rincones más remotos y salvajes del sur del continente, desde Tierra del Fuego hasta las entrañas de Chile, los viñedos antiguos llenos de historias fueron adquiridos recientemente por la sociedad de las familias Rothschild y Catena, cuya vinculación al vino es más que intensa. Este malbec rosé se presta para la tranquilidad de un picnic de lujo. Expresivo, mordaz, con toques delicados y muy buena expresión.
8. Chandon Extra brut, Délice, Apéritif, Mendoza

Novedad tierna y amable de Chandon. Los que aman el espumante están más que agradecidos con este lanzamiento de la tradicional casa de espumantes nacionales. Es que esta botellita de 187 ml y tapa a rosca, es una bendición para los que quieren tomarse una copita de espumante fresco en cualquier momento del día.
Viene en todas las versiones clásicas de Chandon: rosé, délice, apéritf, extra brut. Por lo que hay para elegir y tener siempre a mano. Este lanzamiento tiene un halo de astucia y de practicidad: sutileza en el contenido, desfachatada practicidad en que permite llevarlo a todos lados y tomar directamente de la delicada botellita.
9. Sineres Espumante de sierras, chardonnay, 2019, Córdoba

Un brindis siempre es necesario y placentero en las reuniones de amigos por lo que no debe faltar el espumante. ¿Córdoba tierra de espumantes? Claro que sí y de los mejores. Al menos hay un camino muy claro que han marcado la pareja de Agustín Sommavilla y Andrea Fissore con esta champañera familiar que tienen en Villa General Belgrano, abastecida por viñedos del Valle de Calamuchita, al borde del Dique Los Molinos.
A los insuperables paisajes de las sierras cordobesas, se unen una cariñosa y apasionada dedicación a elaborar espumante, en una planta que se puede visitar para conocer los pormenores del difícil proceso. Tim Atkin les revalidó los altos puntajes de años anteriores, en el que también se destacaron como espumante revelación de Argentina.
10. Hennesy Cognac, Francia

Una delicadeza para terminar la reunión. El cognac es un vino destilado que después de un cuidadoso proceso termina en ese líquido ardiente y templado que tiene tanta aura. Hubo una época en la que en Argentina se consumía mucho cognac, hábito que después mitigó su insistencia.
El cognac Hennesy es uno de los más significativos del mundo y una de las marcas sinónimo del lujo francés. Ahora vuelve a distribuirse en Argentina, y es una excusa perfecta para acercarse al hábito del cognac. Una copita después de comer, lentamente entibiada entre las manos, es un placer excelso.
11. Raros Club Amuleto Fresia, 2024, Mendoza

Es uno de los proyectos más hermosos que hay entre los jóvenes enólogos. A pura sangre y esfuerzo, rescatado viñedos antiguos y encontrando variedades de uvas poco conocidas procurando mostrar la cultura y la historia. A su serie de vinos varietales, Leo Cabrillana agregó una muy interesante y conmovedora serie de etiquetas con uvas raras, rastreadas y rescatadas entre el fárrago de viejos viñedos en su querida zona este de Mendoza.
Moscato bianco, bequinol, criollas, freisa. No es que sean poco conocidas, son variedades realmente casi inexistentes en Argentina. Y Leo trabaja para revalorizar la zona este y sus productores, por lo tanto con estas botellas se adquiere parte de la historia de Mendoza y su tradición inmigrante.
El freisa es sumamente raro, de un color rojo suave y brillante, meloso, proveniente de un único viñedo de una familia que lo trajo de Italia. Pariente del nebbiolo, de bajo alcohol y muy fresco, va perfecto como vino de entrada.
12. Trapiche Tesoro, 2024, Mendoza

El incentivo culinario en esta ocasión es una gran excusa para probar vinos que completen el paladar. Y el paladar argentino se inclina mucho por el malbec que no falla a la hora de complacer a todos y va bien con cualquier comida.
El año pasado en el certamen internacional Sommelier’s Choice Awards Trapiche Tesoro se llevó el premio al mejor malbec del mundo, un certamen que evalúa vinos no sólo por su sabor o por su calidad, sino también por un eje comparativo que considera, además, precio y presentación.
Por eso la importancia de este galardón, ya que Tesoro es una botella de precio muy accesible que acerca a cualquier consumidor a un estándar altísimo de calidad en un malbec.