Freddy Morozovsky es cordobés, nacido y criado en la zona sur de la ciudad. “Mi padre era médico en el hospital Privado desde sus inicios, y vivíamos muy cerca”, cuenta.
Su primera experiencia en el mundo gastronómico fue durante la crisis de 2001. Después de vender una marca de ropa y evaluar alternativas, le surgió la oportunidad de comprar una parte del recordado restobar Rock&Feller’s.
“Más que la comida, me entusiasmaba el marketing aplicado a la gastronomía”, advierte. Y sigue: “Al cabo de algo más de un año, decidimos no seguir con esa marca y desarrollar Johnny B. Good. Siempre me ha fascinado crear marcas, posicionarlas y generar una experiencia completa para los clientes”.
–¿Qué hiciste antes de trabajar en gastronomía?
–Apenas terminé el secundario y comencé la facultad para estudiar marketing, incursioné en la industria textil. Desarrollé la marca AF Jeans, y logré posicionarla en todo el país. Diseñaba tanto las colecciones como las campañas publicitarias de cada temporada. La industria textil te obliga a reinventarte cada seis meses, a buscar tendencias de manera constante y a viajar para estar al día con lo último. Esto me dio, sin duda, la expertise del coolhunting.
–¿Cuáles fueron los errores principales que aprendiste en esa primera experiencia?
–Aprendí tres cosas fundamentales: la importancia de manejar costos, estructura y gastos, ya que es fácil sobredimensionarse sin evaluar los resultados. Después la relevancia del equipo humano que te acompaña en el camino: no da lo mismo con quién trabajes. Y, por último, evitar tomar decisiones basadas únicamente en entusiasmo, sin un análisis profundo.
Marcas, marcas
Freddy trabajó y lo hace actualmente con muchas marcas. Según dice, cada una tiene su historia y un cariño especial. “Johnny B. Good fue la que más tiempo me demandó, y logramos crecer mucho: 22 locales en tres países, lo que nos dio muchísimas alegrías”.
“Actualmente –continúa–, las actuales también están entre mis favoritas, uno les pone mucho amor. Después de desarrollar el Mona MuseoBar, trabajamos con Carli Jiménez y sumamos proyectos gastronómicos y de producción de eventos. Hoy en día hacemos festivales y shows durante todo el año, con proyectos muy interesantes de entretenimiento”.
A saber. Freddy participa hoy de eventos como el BumBum, El Baile Más Grande del Universo, Festival Nacional del Cuarteto, Creepy Halloween, Eventos en Forja, Sargento Cabral y Universo TV.
–¿Qué es de la vida de JBG ahora? ¿Sigue funcionando en otras ciudades?
–Vendimos la marca hace algunos meses. Desde la pandemia, decidí no involucrarme más en la parte operativa porque quería enfocarme en proyectos que me hicieran disfrutar el día a día. Actualmente quedan locales de JBG en Buenos Aires y en San Juan, y los nuevos propietarios están evaluando un relanzamiento.
–¿Cómo es el modelo de restaurante que funciona mejor en 2025?
–Hoy veo dos caminos claros: restaurantes de autor, donde te diferenciás con algo único y atractivo. Y conceptos o marcas potentes, masivos y capaces de enamorar a un público amplio, valorando atributos que no necesariamente buscan exclusividad; por ejemplo, conceptos hiperdiferenciados como IDA, La Mona MuseoBar, Matorral, Puente (en Puerto Madero). Y marcas poderosas y cadenas: Deadeveras, Peñón del Águila, Black Pan y Juan Bautista (también en Buenos Aires).
–¿Con cuántas marcas gastronómicas estás involucrado hoy?
–Las que mencioné antes, más las del Grupo Popular: Pizzería Popular, Lomitería Popular y Milanesería. Recientemente me incorporé como socio de esta empresa, que tiene un desarrollo impresionante, un potencial enorme y un equipo de gente hermoso. Actualmente operamos más de 100 locales en Argentina, en Uruguay, en Paraguay, en Chile, en Brasil y en España, y tenemos planificadas 50 aperturas más para 2025.
–¿Cómo se dio tu llegada al grupo Popular?
–Siempre me gustó el proyecto. Ya había estado hablando hace algunos años y nos cruzamos de nuevo. Ellos han hecho una expansión muy importante y creo que puedo sumar y aportar en la gestión de las franquicias. Y consolidar la marca para hacerla global.
Roles
Tantas marcas son muchas responsabilidades, por eso es importante saber qué rol cumple Morozovsky en ellas. “Depende de cada marca, pero en general mi lugar es en la creación: desarrollo de marca, concepto, marketing y estrategia. Aunque no me involucro operativamente, participo en todas las áreas, ya sea a través de reuniones semanales o resolviendo cuestiones puntuales”.
–¿Cuál de tus restaurantes te genera más orgullo hoy?
–Todos me generan orgullo, cada uno por motivos distintos: Deadeveras busca generar un cambio en los hábitos de consumo con el concepto de “comida real”; La Mona MuseoBar representa al ícono de la música y su cultura, gastronomía y la alegría cordobesa; Matorral es la máxima expresión de la carne argentina, e IDA, sofisticación y glamour, con una conexión cercana y un excelente producto.
–¿Hacia dónde creés que apuntan las próximas tendencias gastronómicas?
–La tendencia está en superar las vivencias que le ofrecemos al cliente. Ya no basta con un local lindo y comida rica; las marcas deben tener un propósito claro y llevarlo a fondo. La sustentabilidad ya no es opcional, y triunfarán quienes inspiren valores, creencias y emociones que trasciendan la simple venta.
–Última: ¿en cuál de todos tus restaurantes comés más seguido?
–No suelo cenar habitualmente en los míos porque no puedo desconectarme del todo; siempre estoy alerta. Sin embargo, los que más frecuento son Deadeveras, IDA y Matorral.