Diego Niembro largó con la producción de aceite de oliva hace 21 años, en paralelo a su trabajo principal: la producción audiovisual. Su proyecto transerrano se llama Chacras de Luyaba y se desarrolla principalmente en una propiedad de esa localidad del departamento San Javier.
“En la propiedad ya había olivos antiguos y los recuperamos, a su vez pusimos plantas nuevas que hoy en día nos dan producción. La propiedad tiene 60 hectáreas y, además de olivares, aromáticas y frutales, en general posee un monte nativo muy lindo y reconfortante”, arranca.
Surfista y apasionado de los deportes alternativos en general (tuvo programas de TV de deportes extremos en Fox Sports durante 18 años), Diego cuenta que conoció Traslasierra porque voló muchos años en parapente y yendo a esos pagos del oeste cordobés fue “conociendo el valle”.
“Me impresionó mucho la naturaleza y el clima. Es un lugar en donde uno disfruta de una sensación de bienestar única. Con el tiempo fui explorando la posibilidad de tener un lugar propio con mi mujer, Josefina, quien también disfruta mucho y trabaja con la cosmética natural”.
−¿Qué te llevó a emprender algo tan artesanal y delicado?
−Conocí la industria del aceite en la década de 1990 con Aníbal Luchetti, el padre de un amigo, que nos inculcó esta nueva manera de hacer aceite virgen extra. En ese momento era muy diferente a lo que se hacía acá. Viví algunos años en Europa con el tema del surf y tuve la posibilidad de conocer muchos proyectos de fincas familiares en Italia y en España, eso me motivó para intentar plasmar algo similar en nuestro país. Nuestro proyecto está orientado totalmente a la calidad máxima, tenemos procesos muy cuidados, realizamos una cosecha temprana muy controlada y eso nos da ventaja frente a un aceite industrial. Esta ventaja se da en la logística de cosecha, donde no pasan muchas horas desde que cosechamos y procesamos, lo cual mantiene las propiedades intactas. Algo muy difícil de lograr en una dinámica industrial.
−¿Cómo es la dinámica en tu rutina para vivir en Buenos Aires y estar en Córdoba a la vez?
−Trato de viajar una semana por mes y espero con el tiempo poder quedarme cada vez más en las sierras. También tenemos un equipo de trabajo muy comprometido y el apoyo de la Comuna de Luyaba, que siempre está al lado de los productores. La comuna es muy receptiva con la problemática que enfrenta el productor, y nosotros tratamos de colaborar con iniciativas de la comuna. Estoy seguro de que es muy importante que los pequeños pueblos se involucren en las cosas que los hacen crecer. Nosotros, por ejemplo, hace dos años con algunos vecinos comenzamos con el evento “El camino del olivo”, y enseguida recibimos todo el apoyo de la comuna y del Gobierno de Córdoba. Lo haremos en mayo de 2025 nuevamente.
El mejor aceite
Coronado en Caminos y Sabores, la feria gastronómica más importante del país, como el mejor del país entre otras 10 muestras, Diego explica cómo debe reconocer el comensal a un buen aceite de oliva: “Un buen aceite se reconoce por el sabor a fruta fresca”.
Y explica: “Cuando el consumidor comienza a comparar los aceites que encuentra en una góndola de supermercado con los extra vírgenes de alta calidad, la diferencia es muy grande. El aceite debe sentirse equilibrado, pero a su vez es importante sentir ese picor, cualquiera sea su intensidad, para reconocer la presencia de los polifenoles de la fruta procesada en el momento correcto. Es importante reconocer que el producto que el consumidor encuentra en nuestras botellas está impregnado de nuestro medio ambiente, nuestras sierras, nuestros arroyos y nuestro clima, que son inigualables en la Argentina y nos dan la posibilidad de tener una región con muchas posibilidades de producir con excelencia”.
−¿Sentís que hay más conocimiento sobre el producto?
−Sí. El aceite de oliva extra virgen está viviendo un proceso muy parecido al que transitó el vino. Hace años nadie sabía mucho de vinos y hoy en día mucha gente tiene una valoración muy alta por los productos de calidad. En el caso del aceite, estamos pasando por el mismo proceso: la gente comienza a identificar los buenos productos y exige cada vez más calidad y excelencia. El aceite de oliva extra virgen ya traspasa su identificación con la gastronomía y es muy buscado por ser un producto muy saludable, antioxidante y antiinflamatorio, lo cual lo acerca mucho a la búsqueda de bienestar, que es tendencia mundial. En este caso solo el aceite de oliva de alta calidad provee de baja acidez y alta presencia de polifenoles, que son las características más importantes para un aceite boutique.
−¿Y qué opinás de los puestos que hay por todo el valle vendiendo algo que no es aceite de oliva?
−No me quejo porque es un tema cultural, pero con el tiempo esos puestos van a tener que mejorar la calidad de lo que ofrecen porque la gente tiene cada vez más información y será muy difícil vender aceites de mala calidad o adulterados. Por otra parte, no existe ningún tipo de control de esos productos, con lo cual no recomiendo consumirlos.