Si se come bien, es barato y el lugar es lindo, no hay casi margen de error. Esa es desde siempre la fórmula que utilizaron los restaurantes que llegaron a clásicos, sean de comidas argentinas o no: menos margen, más gente, más ganancia.
Y los empleados están activos, las materias primas rotando, es un círculo virtuoso que el público sabe aprovechar de maravillas porque, mientras casi toda la ciudad está en silencio, aquí no cabe un alfiler y los platos no paran de salir.
Y qué platos. Hablamos de un restaurante que está abierto desde 1953, con lo cual estimamos que al menos hay tres generaciones entrenadas en la elaboración de tortillas, milanesas, y pastas. Es muy difícil llegar hasta aquí sin haber aprendido a hacer las cosas bien.

La tortilla
La sartén donde se elaboró esta Tortilla de papas ($ 6 mil) debería estar en una caja fuerte cuando el restaurante esté cerrado. Más allá de la técnica, la textura que presentó fue formidable. El sabor del huevo permanece nítido y las papitas bailan en esa canción de cuna.
¿Cuál es el acompañamiento ideal para una tortilla? ¿Quién nació para acompañar a una tortilla de papas? Sin lugar a dudas la Ensalada mixta ($ 3 mil). Tomate perita, lechuga mantecosa crujiente y cebolla en crudo. Con aceite y vinagre. Más frescura imposible.
Vamos a destacar aquí a los alcuzas. Ni más ni menos que impecables en su brillo y limpieza, algo que no pasa ni en los restaurantes lujosos. ¡Y no sólo eso! El aceite de oliva está bien seleccionado y acompaña a nuestra ensalada de maravillas. Eso si es que algo… único.

Lasaña y milanesa
Vamos a dejar acá el link a la carta para chequear precios. No estaba en carta pero la mesa de al lado estaba comiendo Lasaña ($ 12 mil), y preguntamos. Con panqueques, un par de capas de nítido jamón cocido, acelga, salsa blanca y salsa roja. Un toque de queso encima.
Digamos, en resumidas cuentas, que estaba deliciosa. Y que se nota que hay pasión por hacer de comer rico, fresco, con paciencia, y a buen precio.
Sigue el bullicio y hasta un comensal al lado entona una canción. Cosas de pueblo.
Después probamos una de las milanesas en carta, que sale así, tímidamente, con mozzarella, panceta, cebolla, con papas fritas y huevos a caballo ($ 12.500).
Es una bomba de frituras livianas, con las papitas peladas y cortadas en casa, con todo lo que eso significa en materia de almidones y papas fritas recién hechas.
Para la memoria emotiva de un comensal nacido y criado sin las papas congeladas a la que nos acostumbramos, es mucho. Y es mucho lo que trae el plato también, así que se puede compartir entre dos.
Baño y postre
Antes del postre vamos al baño, que estaba impecable pero le faltaba un pequeño gran detalle por cubrir: no había toallas descartables disponibles en el momento.
En materia de servicio, podemos decir que faltó también un poco de dinamismo: ofrecer la lasaña fuera de carta, levantar elementos que ya no se usaban en la mesa, ofrecer reponer bebidas cuando se acabaron.
En nuestro caso tomamos Vermú Cinzano Rosso con soda ($ 4.500). Maridaje perfecto, con soda de sifón y todo.
Vamos al postre: un Flan ($ 4.500), un flancito tirando a chico, con cara de inocente. Con crema y dulce de leche. Tan pero tan rico y fresco, cargado de huevo y leche con azúcar y caramelo, que costó terminar. Un dulce final con todas las letras.
En fin, Gloria Resto Bar, estás entre lo mejor de este 2025 que promedia. Mal nosotros por tardar tanto en conocerte. Menos mal que entre los colegas de la Villa se encargan de difundirse y recomendarse entre ellos. Habla bien de toda la comunidad.

Gloria Resto Bar
Calificación: muy bueno
Sáenz Peña 175, Villa Allende.
Teléfono (03543) 43-1017.
Abierto de martes a sábados de de 8.30 a 15.30 y 19 a 24. Lunes de 8 a 15.30. Domingos, cerrado.
Efectivo y tarjetas (10% de recargo).