Qué buen ingreso que tiene Holbox Bar en Nueva Córdoba. Delgadas cañas, ramas o ¿lianas quizás?, bien curvadas como una ola hacen de ese ingreso un lugar súper “instagrameable”, algo que todo bar o restaurante de hoy debe contemplar a la hora del diseño arquitectónico y “marketinero”.

Más allá de ese ingreso fenomenal, adentro la propuesta sigue una tendencia playera, con menos ornamento, pero con detalles, como puertas corredizas de caña para el ingreso a los tocadores y hasta un árbol (literal) en el medio del salón, lo cual ofrece una sensación al menos diferente.

En cuanto a su propuesta gastronómica, la especialidad es la coctelería. La barra se destaca con muchas botellas y una inclinación a la corriente “Tiki”, un estilo de inspiración polinesio que propone cóteles frutales, bien frescos, servidos en vasos de madera o cerámica.

Comidas

Claro que no sólo vive de coctelería. La carta de comidas es bien amplia, hay ensaladas, frituras, pizzas, tacos, sándwiches. Nosotros antes que nada vamos a lo seguro de una experiencia playera: Cerveza Corona de 330 cc. ($ 3.200).

Llega con su limoncito para el cuello largo y la sed empieza a ceder ante el dejo alimonado de esta cerveza de licencia mejicana, tan famosa por su suavidad y burbujeo dorado. Acompaña con un poco de maní salado. ¿Acaso no es un momento perfecto ese primer sorbo?

Así ya es mejor abrir el QR para recorrer la carta, que es bastante extensa y hace dudar. Vamos a ir primero por unos tacos y luego por los sándwiches que, según la asistente de mesa de esta noche, son los mejores platos de la casa (le preguntamos para cortar camino).

Tacos y sándwiches

Arrancamos con los tacos. Trío Holbox ($ 9.100), anunciados como “auténticos tacos mexicanos” de carne picada a cuchillo “con su toque final de cebolla encurtida y cilantro”, incluyendo dips de guacamole, mayo Hellbox, acompañados de “papas americanas en cuenco”.

Los tacos llegan en tortillas de trigo. Le falta sazón y humedad, y además, no tiene cilantro. Las salsas ayudan mucho a levantar sabor, humedad y picor (le dan un poco de onda), sobre todo la de guacamole. Las papas americanas son abundantes y llegan bañadas con cheddar y panceta.

El sándwich Mandamás ($ 8.500) ya es otra cosa. Buen pan ciabatta con mayonesa relleno de vacío de cocción lenta, todo desmenuzado con la reducción del caldo de vino y vegetales en la que se braseó, junto con repollo morado y cebollas asadas. Bien.

No tenía los tomates confitados como decía la descripción de carta, pero sí que tenía sabor y humedad, carne y cebollas asadas, mayonesa, pan suave que resiste todo ese relleno. Las papas sequitas y crocantes, fenomenales, a la vieja usanza. ¡Plato recomendado!

Baño y postre

De postre por supuesto vamos a probar la coctelería de la casa. ¿Thai o no Thai? ($ 3.950) con base de gin, leche de coco, limón y jengibre, más algunos toques de hierbas y especias. Más allá del nombre divertido y de la presentación sorprendente en una caña, el líquido es grandioso.

Fresco, frutado, ácido, con un toque dulce por el coco, también algo de amable picor cítrico por el jengibre fresco. La combinación armoniosa de diversas materias primas es un arte, y cuando alguien lo experimenta sabe perfectamente que algo está sucediendo en su interior.

Holbox Bar es un bar de Nueva Córdoba, ideal para el que quiera una buena foto y un buen cóctel de autor.