La arquitectura y el diseño de interiores de este nuevo espacio de cocina fusión con base nikkei es una excelente base para tener una buena experiencia, la pata fuerte de un proyecto que busca ofrecer sushi de alta gama en Córdoba. ¡El lugar es hermoso!
Y, a priori, si acompañamos esta belleza con un servicio entrenado y una buena cocina que se eleve, la experiencia completa no debería fallar. Y, por suerte, la nuestra estuvo a la altura de las expectativas, disfrutando de una noche apacible y delicada.
El ingreso es algo confuso. No sabemos si entrar por la derecha o la izquierda, pero de todos modos en pocos minutos terminamos sentados en una mesa que da a unos sillones con fondo espejado, ambientado con plantas, lámparas, estantería y objetos de diseño. Todo bello.
A comer
La lámpara central ubicada sobre la barra, en donde también se puede comer, es el centro de gravedad de la sala. Se ve desde cada rincón y es muy importante. La recepcionista ya nos ubicó y estamos con la carta en la mano para pedir. Desde acá también la vemos.
La carta impresa también busca sorprender con su diseño, está bien cuidado, podría ser un libro de cocina oriental, pero para ver los precios hay que entrar al QR y hacerlo con el celular.
Igual, ya nos conocemos todos. Vamos repasando con el dedo índice hacia abajo y los precios están más que bien. De entrada, vamos a largar con una fritura, un Pollo Karaage ($ 4.500), una tapa simple y rica de tempura de pollo acompañado con salsa merken.
Antes de eso, la casa había servido como aperitivo unos nachos negros (raros y ricos) con una cremita de zanahorias. Para acompañar, pedimos una copa de vino blanco ($ 1.900).
Lo ideal siempre es servir en mesa, pero al consultar nos cuentan que es Las Perdices Charddonay reserva. Se lleva de maravillas con este lugar.
Pescados
Vamos avanzando hacia la especialidad de la casa: el sushi, pero en el camino hay variedad de ensaladas, ceviches, croquetas, woks, gohans, ramen y platos principales como bife con papas al romero y pesca del día con salsa bagna cauda. También pasta lisa y rellena.
Nuestro segundo paso será un Tiradito de salmón blanco ($ 6 mil), láminas de salmón con salsa sweet chilli, crocante de batatas, salsa de mango y tira de verdeo, una buena manera (tropical) de salirnos del sabor habitual del salmón rosado que llega a Córdoba.
El vino blanco juega de contraste, quedó la sensación en boca de que el plato pidió algo más de acidez y humedad. Luego, sí, vamos por nuestro Combo Río de 15 piezas de sushi ($ 15.600), compuesto de rolls Buenos Aires, Viena, Feel, Hubei y SPF.
El sushi
El Viena fue algo llamativo, con su tamago verde, porque los ingredientes siempre son más o menos lo mismo: salmón rosado, queso crema, palta, arroz, semillas de sésamo, topping de batata frita, complementos de wasabi y jengibre encurtido, salsa de soja, salsa Buenos Aires.
Lo importante a la hora del sushi pasa porque el arroz se desgrane en boca y no se arme una bola, que el pescado exprese recuerdos marítimos y que los complementos sean un poco de riesgo y aventura en la boca, por eso siempre hay que jugar con el wasabi y el jengibre en cada bocado.
El postre
El servicio de mesa fue muy atento en todo momento, incluso desde la misma toma de la reserva y la recepción al llegar. La última grata sorpresa de la nota fue el postre, atento a las tendencias con buena muñeca para plasmar su propia versión.
Fue una Torta vasca con mermelada de membrillo ($ 4.800). Sabor, consistencia y buen acompañamiento para este postre de queso crema esponjoso, bien armado con crema, huevos y harina.
Muy buen final (contundente) para una experiencia redondita en un lugar espectacular.
Nama Sushiword
Calificación: muy bueno
Río de Janeiro y Lisboa, Villa Allende.
Teléfono (0351) 153-221449.
Abierto todos los días de 8.30 a 1.30.
Efectivo y tarjetas.
Estacionamiento.
