Mendiolaza es un buen polo gastronómico de Sierras Chicas. En este caso, llegamos a una casona donde supo brillar Los Aroza en sus comienzos. Hoy no está el horno de barro del ingreso y eso es signo de la nueva propuesta; más simple, más rápida, menos sofisticada.
También menos precio, y es una variable sensible a tener en cuenta siempre cuando de planes de salir a comer se hable. La nueva propuesta tiene más que ver con el picoteo tradicional de restobares clasicones: pizzas, sándwiches, pastas, milanesas, ensaladas.
También hay cafetería, panadería y pastelería, porque presta servicio durante todo el día, lo cual lo convierte en una opción para salir del apuro de lunes a lunes, algo que siempre se valora.
La cena
Esta cena empezó con un tostón de hongos ($ 6.500). Una tostada de pan blanco, queso crema, hongos tibios salteados, nueces y queso en hebras. Los hongos presentan buena textura, pero sus complementos no ayudan a destacarlo, sino que silencian algunas virtudes.
Ajo, perejil y huevo a baja temperatura suelen ser mejores compañeros, al igual que las hogazas de panes con más cuerpo y alveolos con más personalidad. Con un poco de cabeza, esta idea puede ir aún más allá. Y el queso, lo dejemos para una pizza.
Para que los honguitos no estén solos, acompañamos con una ensalada César ($ 7.500), bien fresca, rica, crujiente, con crutones aportando más textura y una salsa a base de anchoas que siempre deja bien parada a esta clásica combinación de chapa caliente y clorofila amarguita.
La pasta
La pasta es una muy buena opción aquí. Nosotros elegimos sorrentinos ($ 15 mil), en este caso rellenos de osobuco braseado, con una salsa mixta que es todo lo que está bien: mostró profundidad, aportó ese sabor de larga cocción que una salsa de este tipo necesita.
La masa por suerte también resultó delicada y firme, ideal para sostener un buen relleno. Pero hablemos del queso: ¿por qué viene la pasta lista desde la cocina con queso? No todo el mundo lo prefiere fuera de una pizza margarita.
La combinación de colores en los muros, las lucecitas que decoran el jardín y las plantas que engalanan los ambientes hacen de este restobar un lugar agradable, apacible y hasta divertido en el rincón donde exhibe artefactos retro de radio y TV.
Baño y postre
El baño ha mejorado en su infraestructura, pero necesita un poco de la alegría que hay en la sala, más orden, más color, más perfume a flores de primavera.
Para el cierre, vamos a probar el budín de pan ($ 3.500), que se presentó bien pero bien frío junto con la crema y el dulce de leche, algo que resta sensualidad no sólo en la textura, sino también en el sabor. Cada plato tiene su temperatura ideal para brillar.
Sin embargo, pese al desliz, el budín tuvo un toque original con un crocante de maní en el caramelo, un buen gesto que busca darle algo más, una perlita al paladar.
Lo de Lola
Calificación: bueno.
España 183, Mendiolaza.
Abierto todos los días de 8 a 23.30.
Efectivo y tarjetas.




















