En su primera novela, la escritora y periodista Stefanía Coggiola se aventura en una coming of age que transcurre en un pueblo cordobés, en algún momento de las últimas décadas del siglo 20. La narradora es una chica que cuida a su hermana menor mientras es testigo de cómo se resquebraja primero y se desmorona después la relación entre su padre y su madre.
La novela de iniciación tiene en los años recientes una buena cantidad de grandes ejemplos en Argentina, sobre todo de escritoras jóvenes, que eligen desarrollar una primera persona con miradas singulares. En el agua negra de esta noche azul se inscribe en esas filas, con un relato atravesado por la crisis familiar, por un mundo adulto plagado de situaciones que no tienen nombre aún para la narradora, por el nacimiento del deseo, por el hogar transparente de la amistad y por la desesperación.
Stefanía elige una prosa limpia, atenta a las sutilezas y con un desarrollo pictórico de las escenas: la luz violeta del atardecer tiñe los capítulos y el olor tibio de un bizcochuelo de limón es el detrás de escena de los diálogos.
No hay subrayados ni golpes de efecto, sino un devenir hacia la adolescencia de la narradora en el que los varones (su padre remoto, sus intereses románticos) entran y salen, como una fotografía en movimiento, del universo que integran ella, su madre, su hermana y amigas.
En ese movimiento continuo de las chicas y los chicos del relato, que se trasladan en bicicletas o patean calles de tierra con la autonomía y la soledad de otras épocas, el pueblo de provincia que funciona como escenario también va cambiando, imperceptiblemente, como los bancos de arena del río, que nunca permanecen iguales.

- En el agua negra de esta noche azul. De Stefanía Coggiola. Buena Vista Editora. Año 2024. 91 páginas.