El convencionalismo de anclar el delirio en lo psíquico se rompe en Misiones (Blatt & Ríos, 2025), de Iosi Havilio, al trasladar ese desborde a un lugar, a una tierra. El resultado es un conjunto de modulaciones del tiempo, que alojan narrativas en diversas claves y tonos que expresan un haz del mismo suelo. En tres partes (o tiempos), esta novela explora distintas formas de transgresión.
Misiones cierra la trilogía compuesta por Opendoor (2006) y Paraísos (2012), y se expande hasta el paroxismo de la confusión y el humor. La primera parte cuenta la leyenda de Membykuña Quispe Ñambí Burú, niña y princesa inca, secuestrada por una tribu de las orillas del Pilcomayo en el siglo XVI.
Desde el punto de vista de un académico ajeno a esas tierras, se narra la alteración del orden que Quispe produjo en la tribu con su rebeldía, su desenfreno sexual y su risa escandalosa, con el sometimiento de todos los hombres que le vale el encono de las mujeres.
Su muerte a menos de un año de su llegada será el nacimiento de la cultura de la tribu, de la ordenación en ciclos, rituales, carnavales y la adoración perpetua a Quispe junto a sus restos.
Los avatares sufridos por esa tribu a causa del paso fugaz de la princesa son el alimento de ese suelo mesopotámico atravesado por los siglos por venir.
La segunda parte de la novela adopta el punto de vista de una mujer que está de paso por la región, varada a la espera de poder continuar su viaje hacia Brasil. Su marcha es detenida por cuestiones de dinero y burocracia, pero también por fuerzas intangibles que enrarecen su sueño, intensifican su lujuria y su confusión como un opiáceo ancestral.
La narración es fragmentaria, como un diario personal de entradas a veces breves, a veces extensas.
El tono mágico se rompe y a la vez se consolida con la obra de teatro de la tercera parte, que el propio autor define como “divertimento sacroerótico en un acto”.
En seis escenas salvajes y de humor delirante se retrata un monasterio en medio de la selva, habitada por un Don Juan caído en desgracia, un santo lujurioso y parlante, y un misionero hedonista.
Hasta allí llega un inca errante a solicitar ayuda para sus negocios, que termina siendo presa del lugar.
Las tres narraciones que Havilio conjuga en esta novela son tres temporalidades posibles que parten de ese núcleo que es esa tierra embrujada, tierra que aloja una cultura imprecisa y real, que señala la imposibilidad de la domesticación, de la contención de lo salvaje.
Es una obra que se despliega entre el arrebato de un acto humano y un dios cansado.

Para leer Misiones
Editorial: Blatt & Ríos
Año: 2025
Páginas: 224