Este viernes 21 de marzo de 2025, una figura icónica del deporte argentino está cumpliendo medio siglo de vida: Fabricio Raúl Jesús Oberto.
Nacido en Las Varillas, Córdoba , “Fabri” no solo trascendió las canchas de básquet para convertirse en un referente ineludible, sino que también demostró una notable capacidad de reinvención tras dejar la actividad profesional.
Su historia es un testimonio de perseverancia, adaptabilidad y una pasión inagotable por los desafíos.
Desde sus inicios en una familia trabajadora, Oberto aprendió el valor del esfuerzo.
Su inquietud lo llevó a probar diversos oficios desde temprana edad, pero fue en el básquetbol donde encontró su verdadera vocación. Su dedicación era tal que, incluso de joven, no faltaba a prácticas por falta de ganas, soñando con vestir la camiseta de Atenas.
A los 17 años, ese sueño se hizo realidad, marcando el inicio de una carrera profesional que lo catapultaría a la cima del deporte mundial.
En Atenas, Oberto rápidamente se destacó, logrando dos títulos de la Liga Nacional (1993 y 1998) y siendo reconocido como Jugador Más Valioso de la Liga en la temporada 1997/98
Su talento lo llevó a cruzar el Atlántico, iniciando una exitosa etapa europea que incluyó pasos por el Olympiacos de Grecia ... y, principalmente, por clubes españoles como el TAU Cerámica (donde ganó la Liga ACB y la Copa del Rey en 2002) y el Pamesa Valencia.

Sin embargo, el anhelo de la NBA siempre estuvo presente. En 2005, a los 30 años, Oberto cumplió ese sueño al firmar con los San Antonio Spurs, un equipo que admiraba por su filosofía y por contar con figuras como Tim Duncan y su compatriota Emanuel Ginóbili.
Aunque su rol inicial fue diferente al protagonismo que tenía en Europa, supo encontrar su lugar como un jugador de equipo indispensable, aportando defensa, rebotes y una mentalidad ganadora.
Esa entrega se vio recompensada con el campeonato de la NBA en 2007.


Paralelamente a su exitosa carrera en clubes, Oberto fue una pieza fundamental de la histórica “Generación Dorada” de la selección argentina.
Formó parte de equipos que conquistaron la medalla de plata en el Mundial de Indianápolis 2002 y, el hito máximo, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
También obtuvo la medalla de bronce en los Juegos de Pekín 2008 y múltiples preseas en otros torneos continentales.
Tras anunciar su retiro de la actividad profesional en 2010 debido a problemas de salud, Oberto demostró una admirable capacidad para reinventarse.
Su pasión por el deporte lo mantuvo ligado al básquet como comentarista de la NBA en ESPN.
Su análisis certero y su conocimiento del juego lo han convertido en una voz autorizada y respetada.
Pero su vida después del básquet va mucho más allá. Oberto es un músico activo, liderando su banda de rock New Indians, para la cual compone canciones y graba temas.
También incursionó en los medios con programas de radio y televisión como Lado Oberto.


Su espíritu inquieto lo llevó a involucrarse en la producción de documentales, incluyendo uno sobre la propia Generación Dorada. Además, ha explorado facetas empresariales, como su línea de vinos Old Wines . Incluso se animó al montañismo, escalando el Aconcagua.
En reconocimiento a su trayectoria y sus contribuciones al deporte, Fabricio Oberto fue incluido en el Salón de la Fama FIBA en 2019, convirtiéndose en el cuarto argentino en recibir este honor.

Este logro subraya su impacto duradero en el básquetbol a nivel mundial.
Hoy, a los 50 años, Fabricio Oberto continúa siendo una figura multifacética y un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden trascender los límites de una carrera deportiva.
Su legado como leyenda del básquet cordobés y argentino perdura, mientras él sigue explorando nuevos horizontes con la misma energía y espíritu competitivo que lo caracterizaron en las canchas.