El micro estadio de Hindú se preparó con orgullo para recibir el Final Four de la Liga Femenina y lució como en las mejoras galas de su rica historia basquetbolera. Esa historia que decora las paredes del gimnasio emplazado en el corazón de barrio General Paz, que pondera a esos hijos dilectos que triunfaron en el básquet nacional e internacional. Ese pasado que se mixtura con el presente y piensa en el futuro, porque estas pibas escribieron este sábado otra página inolvidable.
La familia del “H” trabajó mucho para concretar que el cuadrangular final de la máxima competencia nacional se realice en su casa; y para que todo salga bien. Y salió a pedir de boca porque el equipo anfitrión dejó sin final a Obras, uno de los planteles con mayor jerarquía individual de la competencia, con tres integrantes habituales de la selección nacional (Candela Gentinetta, Florencia Chagas y Agostina Burani, subcapitana del equipo).
“Para nosotros significa un hecho histórico; y para el básquet de Córdoba, también. Estamos a punto de cumplir 100 años (el centenario será en 2027) y con un grupo de dirigentes nos pusimos esta meta de poner al club bien arriba en lo deportivo porque en lo que respecta a infraestructura hemos cambiado mucho”, contó a La Voz José De Giovanni, vicepresidente de Hindú Club.
Este sábado se disputó la primera jornada y la entidad lo vivió a pleno, con tribunas repletas y clima de partidos definitorios. La mascota del “H” y los globos amarillos aportaron un adicional de color al que ya ofrecieron los equipos. También hubo abrazos, emoción y llanto de alegría después del histórico triunfo (59-56) de estas jugadoras sobre las del Tachero.
“Creo que hicimos las cosas bien, junto con los padres, con todos. Si no se une todo un club es imposible llegar a esto. No son épocas fáciles lasque estamos viviendo, pero el Gobierno de Córdoba también nos ha dado una ayudita. Todo esto es importante para fomentar el deporte”, expresó el dirigente.
Y Malvina D’Agostino, jugadora del elenco local, agregó: “Es un esfuerzo enorme de la dirigencia para que podamos jugar de local. Sabemos lo que representa esta instancia y queremos vivirla y disfrutarla porque estamos cerca de nuestra gente. En cada partido sentimos el acompañamiento del público, de las chicas de las formativas y de las familias. Y, en una provincia que respira básquet, es una oportunidad para que el básquet femenino siga creciendo”.
Y ellas, junto a las integrantes del plantel de Instituto, el otro equipo cordobés en semifinales (cayó frente frente a Ferro, en la otra semifinal, 69-49), seguirán aportando su granito de arena para que el femenino siga desarrollándose en Córdoba.
“Por ahí no damos dimensión de lo que estamos haciendo; nos emocionamos porque el club es familia. Acá compartimos los cumpleaños, es nuestra segunda casa, es todo. Es realmente maravilloso y nos daremos cuenta de lo que hicimos el lunes, cuando todo haya pasado”. cerró De Giovanni.
La familia de Hindú lo merece; la del básquet de Córdoba, también.
