Alberto Bressan mandó un mail a la Confederación Argentina de básquetbol (CABB) contando que su hijo Gonzalo de 15 años jugaba y que era alto. Estaba dirigido al Plan de Altura. El correo electrónico fue enviado desde España, donde vive la familia desde 2002.
"Les pregunté si tendrían en cuenta a un chico viviendo afuera… No tenía muchas esperanzas. Pero una hora después me llamó por teléfono Sebastián Uranga (director del Plan de Altura). Creí que era una joda", recuerda Alberto a Mundo D.
“Ahí empezó el tema, lo citaron a una concentración en abril de 2017, y ya de nuevo en junio para jugar el Premundial U16, en Formosa. Más tarde, lo convocaron dos veces más y en junio del 2018 estuvo ya mes y medio allá y quedó entre los 12 chicos que disputaron el Mundial U17 en Rosario y Santa Fe”, suma el padre orgullo.
Gonzalo Bressan fue uno de los dos cordobeses en el equipo nacional que disputó la Copa del Mundo en el país. El otro fue Ezequiel Paz, formado en Independiente de Oliva, hoy jugador de Bahía Basket y Premio Estímulo de Mundo D y La Voz en 2019.
La selección, conducida por Diego Lifschitz, terminó en el undécimo puesto en el Mundial en casa en 2018.
“Fui a Formosa para jugar el Premundial, para todos era jugar en casa, menos para mi, que viajé de España”, relata Gonzalo, desde Granada, España.
Bressan tiene 19 años y mide 2,07 metros de talla.
Se formó en el club Estepona, en la bella Málaga. Esta temporada 2020/2021, Bressan fue contratado por el Covirán Granada, equipo de la LEB Oro (segunda categoría del básquet español) pero con la idea de siga su desarrollo en el CB G La Zubia, de la Liga EBA (cuarta división).
Un par de lesiones y unos casos de Covid le abrieron las puertas en el Covirán Granada, pero tampoco dejó La Zubia. Si, el chico argentino, con ciudadanía italiana, juega en las dos competencias.
“Para estar en los dos equipos, en La Zubia cambian de día de los partidos. Entreno la mayor parte de la semana con el Covirán para jugar el fin de semana, pero cuando tengo la tarde libre voy a practicar en La Zubia porque el técnico me dijo que no me puede poner si no entreno, y está bien”, relata Gonzalo.
"Soy un tío alto, con buena envergadura de brazos, tengo que trabajar mi físico, pero se que tengo una buena cabeza, se leer el juego. Me gusta jugar en equipo y dar lo máximo", se describe como jugador.
“Jugamos toda la temporada sin público, pero ya desde la fecha pasada en el Covirán se permitió que fuera la gente. Era 500 que se hicieron escuchar como si fueron 3.000. Es más bonito jugar así”, destaca Gonzalo.
“Antes era raro jugar sin público, y ahora es raro jugar con público”, suma.
Covirán Granada marcha segundo en su zona (la LEB Oro está dividida en Este y Oeste) y lucharán por el ascenso a la Liga ACB.
“Vivo solo en Granada, soy un chico solitario. En el Covirán me tratan muy bien, me enseñan a ser profesional. Estoy muy bien. Y mi familia está a dos horas (200 kilómetros), estamos cerca”, añadió Gonzalo.
Como muchas familias
Gonzalo nació el 16 de noviembre de 2001 y no tenía ni tres meses de vida, a principios de 2002, cuando sus padres Alberto y Silvana, profesionales ellos, dejaron la Argentina para probar suerte en España, como lo hicieron cientos de compatriotas.
Dejaron Córdoba para buscar trabajo en tierras españolas.
“Soy ingeniero civil, trabajaba para una empresa española y me ofrecieron trabajo en épocas de la crisis. Mi señora es arquitecta y nos vinimos para acá”, cuenta Alberto.
Estepona, una ciudad de Málaga, en la bella Costa del Sol, los recibió.
Bressan papá le transmitió la pasión por el básquet a Gonzalo. Integró como juvenil el plantel de Instituto que disputó los primeros años de la Liga Nacional en los ’80. “Me metí a jugar en el Estepona como veterano y en esa época empezó Gonzalo a jugar”, dice Alberto.
“Tenía cinco, seis años cuando empecé”, suma Gonzalo. Con su altura, empezó a sobresalir.
Unas cinco o seis veces vino a Córdoba para visitar a la familia. Su abuela, los tíos, los primos, todos viven en la ciudad.
"Tengo dos sueños grandes, uno es jugar en la ACB (la poderosa Liga de España) y el otro es volver a jugar en la selección nacional", resaltó Gonzalo.
“Se que es difícil llegar a la ACB, es una Liga muy competitiva, pero soy joven, y con trabajo se puede lograr. Eso me puede ayudar para volver a vestir la camiseta argentina”, completó.
