Milwaukee Bucks enfrenta un nuevo y sombrío panorama tras la lesión de su estrella, Damian Lillard, durante el cuarto partido de la serie de playoffs contra Indiana Pacers el domingo por la noche. El base apenas pudo disputar unos minutos en el encuentro, que terminó en una derrota por 129-103 para los Bucks.
Lillard se vio obligado a abandonar el partido en el primer cuarto. La lesión ocurrió mientras intentaba asegurar un rebote ofensivo. Tras desviar el balón, Lillard cayó al suelo y se sujetó la pierna izquierda, permaneciendo tendido hasta la siguiente posesión defensiva. Necesitó asistencia para ponerse de pie y salir de la cancha, sin poder poner peso sobre su pierna izquierda. Fue escoltado al vestuario y descartado para el resto del partido.
Qué lesión tiene Lillard
La situación es motivo de gran preocupación en el seno de los Bucks. Lillard se sometió a una resonancia magnética para determinar la gravedad de la lesión. Sin embargo, un examen preliminar ya indicó una posible lesión en el tendón de Aquiles. El entrenador de los Bucks, Doc Rivers, no ocultó su pesimismo al finalizar el partido: “Siendo honesto, no es muy prometedor”, comentó. Rivers añadió que se sintió mal por Lillard, quien “trató de regresar por su equipo”.
La lesión de Lillard es un duro golpe, especialmente considerando su reciente historial médico. El base acababa de regresar en el Juego 2 de esta serie después de haberse perdido los últimos 14 partidos de la temporada regular debido a una trombosis venosa profunda en su pierna derecha, un regreso que el equipo calificó como sin precedentes. Aunque no había mostrado su nivel habitual en los primeros partidos de la serie, promediando 10.5 puntos y 6.0 asistencias con un 24% de acierto en los dos primeros encuentros y fallando los dos tiros que intentó antes de lesionarse en el Juego 4, su presencia es fundamental.
Compañeros de equipo expresaron su desánimo. El escolta Kevin Porter Jr. lo describió como “uno de esos jugadores especiales” con un “gran impacto en todos los aspectos”, y admitió que verlo caer y no regresar es “definitivamente desalentador”. El alero Bobby Portis también lamentó la situación: “Cuando un tipo trabaja tan duro para regresar a la cancha, y luego pasan cosas como esas, es muy triste para él”. Portis enfatizó la necesidad de Lillard en el campo: “Lo necesitamos en el campo”.
El impacto de la lesión de Lillard
La lesión pareció desmoralizar al equipo. Después de que Lillard abandonara el partido, los Pacers iniciaron una racha de 10-3 y tomaron una ventaja de dos dígitos, que mantuvieron y ampliaron hasta lograr una victoria por 26 puntos, la segunda mayor derrota en casa en la historia de los playoffs de los Bucks.
Milwaukee se encuentra ahora abajo 3-1 en la serie contra Indiana, cayendo en una desventaja de 3-1 por tercera temporada consecutiva. Mientras esperan los resultados de la resonancia magnética, los Bucks se preparan para afrontar el quinto partido sin su base estrella en un esfuerzo por evitar una tercera eliminación consecutiva en la primera ronda. “El siguiente tiene que dar un paso al frente”, declaró Giannis Antetokounmpo sobre la situación, instando al equipo a “mover el balón, jugar juntos, tratar de ganar el partido y regresar”.
Incluso desde el lado rival, hubo muestras de solidaridad. Myles Turner, pívot de los Pacers, expresó sus “pensamientos y oraciones” para Lillard, recordando que “nunca quieres ver algo como [la lesión]” sin importar la competitividad de los playoffs.
La incertidumbre rodea ahora el futuro inmediato de Lillard y las esperanzas de los Bucks en esta postemporada, con el temor a una lesión grave en el tendón de Aquiles pesando sobre el equipo.