Tras la ajustada victoria de Instituto ante Riachuelo por 77-76, Nicola Pomoli expresó a La Voz “un poco de alegría porque ganamos”, aunque rápidamente añadió la necesidad de “no quedarnos con esto” debido a las complicaciones del partido y a derrota en el encuentro.
El uruguayo, autor del doble del triunfo en los segundos finales, subrayó la importancia de “cambiar la cara para ir allá (La Rioja)”, pensando en el desafío del jueves en el tercer encuentro de la serie.
Respecto a su actuación individual, Pomoli fue contundente y autocrítico: “No jugué bien en todo el partido”. A pesar de haber anotado el doble decisivo, afirmó que no se fue “contento por meter el último”, manteniendo una “sensación tranquilidad”.
Descartó la idea de “mala suerte” en los lanzamientos fallidos, atribuyéndolo a la frustración cuando “la pelota no entra”, y reiteró que “lo importante era que el equipo gane y ganó”.
Sobre el rendimiento colectivo, señaló que el equipo no está mostrando su nivel conocido, mencionando problemas con “los porcentajes en los tiros” y un “fuera de ritmo”.
Reconoció Pomoli que el rival “plantea un buen juego” y que “defienden”, lo que obliga a Instituto a “llevar el partido de otra manera”.
A pesar de las dificultades, Pomoli mantiene una fe inquebrantable: “siempre voy a tener confianza, voy a tener fe en el equipo”.
