Nicola Pomoli dejó la cancha en el segundo partido de la final que Instituto disputa con Boca con mucho dolor. Con el plantel regresó a Córdoba y empezó a preparar el tercer encuentro, sabiendo que era más que complicado jugar por la lesión en la zona izquierda de la cadera.
Pese al dolor, el uruguayo hizo el máximo esfuerzo para jugar, pero finalmente el cuerpo médico y el staff técnico de Instituto decidió preservarlo. El polifuncional jugar de la Gloria será probado para el próximo duelo, el miércoles en el cuarto partido de la final de la Liga Nacional ante Boca.
Pomoli pidió jugar “como sea”, pero en Alta Córdoba no quisieron arriesgarlo de más.
Mientras que el capitán Leandro Vildoza si estuvo ante el Xeneize en el Sandrín en el tercer encuentro de la serie final. El base le dijo a La Voz que entre el domingo y este lunes “se acostumbró” a la máscara de protección. “No queda otra, la tengo que usar si o si”, dijo.