San Isidro está vivo. Contra las cuerdas, dio la dará el equipo de San Francisco, en casa. Con una destacada tarea colectiva, que arrancó en defensa para limitar al rival, y que fue de menor a mayor, San Isidro superó a Racing de Chivilcoy por 62 a 54 y descontó 1-2 la serie final por el ascenso a la Liga Nacional.
El miércoles, otra vez en el Antonio Manno y a las 21, se juega el cuarto partido de la llave decisiva de la Liga Argentina.
Tuvo valentía ante el apuro San Isidro. Le puso el corazón al momento al borde de la eliminación, y juego también. En un encuentro de mucha tensión y poco goleo, los Halcones se mostraron más lúcidos y festejaron con todo.
San Isidro se apoyó en la enorme tarea de Nahuel Buchaillot con 13 puntos, 7 rebotes y tres asistencias, acompañado por Manuel Lambrisca con 12 tantos y 13 puntos de Laurato Mare. A la visita no le alcanzó con la destacada tarea del cordobés Lucio Reinaudi con 13 y 6.
El partido de San Isidro
Arrancó dominante San Isidro. En defensa, no dejó que Racing tome tiros cómodos en la pintura. Además, la visita no la metió de tres puntos. En ataque, Nahuel Buchaillot marcó los tiempos y Manuel Lambrisca anotó 8 puntos y Sani se quedó con el primer capítulo por 19-14.
Lautaro Mare, a puro físico, le permitió al local esta vez no dejó pasar chances y alargó 22-14 en tres minutos del segundo cuarto.
Pero Racing sabe a lo que juega y no pierde la calma, respondió con un parcial de 9-4 para igualar en 23 con 3′20 por jugar. Además, el cordobés Lucio Reinaudi, la figura del segundo duelo, puso adelante al elenco de Chivilcoy por 26-25.
San Isidro, atacando la pintura con sus internos o desde afuera, se quedó con la mitad inicial por 33-32.
El conjunto de San Francisco al fin pudo encestar el primer triple del partido (en 10 intentos), en las manos de Buchaillot, y abrió el tercer episodio con ventaja 38-32. Sacó de juego a Racing el local con la defensa, lo limitó, y estiró la diferencia a 10: 44-34.
Más seguro con su juego, y con la confianza que le otorgó la defensa, Sani se quedó con el capítulo por 51-42.
Estiró a 11 el local (53-42) pero Racing nunca se da por vencido. Otra vez de la mano de Reinaudi, se vino y achicó 52-55 con 4′30 en el reloj. Después de una detención por algunos minutos por una molestia física del árbitro principal Fabricio Vito, volvió el partido.
Volvió el encuentro y Sani frenó el impuso de la visita. Lo llevó a tirar apurado, Y forzó el cuarto partido para seguir peleando, con vida.