“Lo que importa es la capacidad, no el género”, sentenció la entrenadora Laura Cors, cuando integró en 2020 el banco de Bahía Básket, convirtiéndose en la primera mujer en formar parte de un staff técnico de Liga Nacional de un equipo masculino. Esta frase puede servir para contextualizar y apuntalar el nombramiento de Valentina Sánchez en Barrio Parque, quien como mujer se hará cargo por primera vez en la historia de las divisiones masculinas U13 y U15 de la categoría A y de las categorías U16 y U19 del Torneo de Desarrollo.
La entrenadora, oriunda de La Rioja, viene realizando una ascendente carrera desde 2017, año en que arribó desde su Chilecito natal para estudiar profesorado de Educación Física en la escuela Juan Mantovani. Quiso el destino que al momento de dar su trabajo final, el ámbito de examen fuera el club Barrio Parque, donde no sólo aprobaría su profesorado sino también fue el lugar donde recibió la propuesta para incorporarse directamente al staff del club.
“Fue todo muy loco”, cuenta Valentina, quien en ese momento recibió el okey, del por entonces coordinador del básquet Zaqueo Supertino, para hacerse cargo de los pre minis y mosquitos de la institución.
Hija de un jugador, que aún sigue practicando básquet, y cultora del estilo del también entrenador riojano Ulises Chiavassa, de quien intenta seguir sus métodos y procedimientos, Sánchez tuvo su primer acercamiento a la actividad como jugadora, para posteriormente incursionar y dar sus primeros pasos en manejos de grupos como monitora.
No será la primera mujer en dirigir varones en Córdoba, donde el Club Sportivo Obrero cuenta con las direcciones técnicas de Paola Brasca y Mariela Hernández, o en Unión de Unquillo, donde está cargo Lorena Romano, o en Banda Norte de Río Cuarto, donde se calzó el buzo de entrenadora Luciana Molayoli. Pero su designación viene a reforzar una situación que año tras año cobra más fuerza. “Su incorporación para dirigir varones demuestra que las mujeres también pueden estar en condiciones de llevar adelante esa tarea”, sostiene la histórica y emblemática Silvina “Pipi” Trapiella, quien hace más de dos décadas fue pionera en no sólo armar sino también dirigir un equipo masculino de básquet en el por entonces club Unión San Vicente.
En cuanto a antecedentes en la conducción técnica, además de ser monitora en La Rioja y trabajar cuatro años en los más chiquitos, dirigió una selección asociativa femenina U16 en 2023 donde, recuerda, “Fue una hermosa experiencia. Siempre jugué con mujeres, pero nunca había dirigido un femenino. Y fue muy lindo, porque más allá de que el básquet y el juego en sí termina siendo el mismo, es otra dinámica que hay que mantener y tener con las chicas”, cuenta Sánchez. “Se armó un hermoso grupo y un lindo equipo, asique con esa experiencia no descarto en algún momento poder volver a dirigir femenino”, asegura.
-¿Hay alguna diferencia entre dirigir varones y mujeres?
-Lo único que podría decirte desde mi óptima es que por ahí el varón se anima un poco más. Pero nada fuera de lo común, porque al final termina siendo el mismo básquet.
-¿Tenés sueños en la disciplina?
-Deseo, de a poco, seguir creciendo, estudiando y aprendiendo para tratar de llegar profesionalismo. Algo que si se llegara a dar sería algo hermoso. Pero ya di un gran paso, porque empecé desde cero con el mini básquet de Barrio Parque y poder estar este año en las categorías competitivas es un logro importante y un paso grande que he dado. Estoy muy contenta por eso y muy agradecida con Julián (Xinos) que es el coordinador en el club y con quien compartí estos dos últimos años y de quien estoy aprendiendo un montón, al igual que todos los otros profes del club. Pero como sueño, como te dije, sería poder llegar al profesionalismo.
-¿Cómo te ves cuando es necesario un grito o un reto?
-Considero que nunca hay que perder el respeto. No debe haber ningún tipo de diferencias, por más que sea mujer. Me considero permisiva, pero me pongo firme cuando es necesario modificar situaciones adversas.
-¿Te imaginás en el debut?
-Será otro momento más de gran responsabilidad, con el plus que serán categorías competitivas e imagino que me generará un poco de nerviosismo. Pero iré de a poco, segura y sosteniendo y aplicando lo que sé. Y además tranquila y contenida porque estaré acompañada.