La última fecha del campeonato de Primera División del año 2024 encontró al fútbol de Córdoba en una imagen que ya hemos visto, pero que a nadie le gusta.
En un Mario Kempes repleto, explotado de gente, las caras eran de tristeza. De decepción. De bronca también. Algo que, como siempre, luego daría lugar al orgullo.
Pero había mucha expectativa con Talleres de nuevo, a las puertas de conseguir algo histórico, un título oficial para el fútbol de Córdoba.
No se pudo lograr, está claro. En una carrera que viene realizando el club de barrio Jardín detrás de esta zanahoria que cada vez lo tiene más cerca, casi dándole mordiscones. Pero no logra alcanzarlo.
La pared en algún momento se va a romper, como supo decir Ángel Di María en su afán de ganar algo con la selección argentina.
Por ahora, eso no ha sucedido para Córdoba ni para Talleres.
Pero hay volver a esa última fecha, aunque ya casi nadie quiera recordarla.
Talleres perdía ante Newell’s y veía cómo celebraba Vélez en Liniers; Instituto perdía en su cancha ante Godoy Cruz, y no jugaba por nada; y Belgrano se despedía en Rosario y caía ante Central, también vacío de metas.
Sin dudas, ese triste final no tiene nada que ver con un año que tuvo de todo, con muchas cosas positivas para rescatar. Y que invita a pensar en un 2025 que llegará con muchos desafíos y expectativas.
La “T” arrastra
Talleres parece ser el club que ha elevado la vara del fútbol local. Y que la seguirá poniendo alta. Para sí mismo y para los demás.
Porque jugará otra vez Copa Libertadores. Un logro que siempre es importante y que beneficia fuerte a las arcas del club con los ingresos.
El Matador tendrá en 2025 una nueva oportunidad para buscar algún título en el ámbito local (Copa Argentina o copas de la Liga Profesional) y realizar una digna Libertadores. Hasta donde pueda, ante clubes del continente con presupuestos astronómicos. Pero es fútbol, quién te dice.
El club presidido por Andrés Fassi tiene el éxito a la vuelta de la esquina. El tema es no romper todo lo construido por una ambición desmedida de campeonar.
El hincha no debe dejar de apreciar todo el crecimiento que ha tenido la institución en los últimos 10 años. Dónde estaba y dónde está hoy.
Belgrano, a rearmarse
Belgrano deberá ponerse como meta volver a ser internacional. Es la base del club que comanda el ídolo “Luifa” Artime, quien recibió los primeros “palos” de parte de la tribuna.
Sin dudas, 2024 no fue el esperado para el Pirata. El proyecto de Juan Cruz Real como DT fracasó. Se lo mantuvo demasiado tiempo en el cargo, y eso tuvo consecuencias.
Ahora arranca un desafío con la idea de volver a colocar al Celeste en los primeros planos.
Instituto, paso a paso
Instituto asistirá a su tercera temporada consecutiva en Primera División. Un logro que no debe ser pasado por alto.
El Albirrojo también encara un proyecto que va paso a paso: el primer año, mantuvo la categoría; en el segundo, se asentó, y ahora intentará dar un paso más: clasificar a una copa internacional.
Para eso contrató un DT que tiene chapa y reconocimiento, como Pedro Troglio. Esperan que signifique ese salto de calidad.
En ascenso, por la misma senda
Los que vienen detrás, ya en el ascenso, también buscan emular algo que se ha vuelto una sana costumbre en Córdoba: clubes ordenados, con crecimiento de socios y ambición deportiva que va acompañada de solidez institucional.
Racing de Córdoba (así desea que los llamen sus autoridades; no de Nueva Italia, de Córdoba) atravesó sus 100 años ya establecido en la Primera Nacional y como protagonista hasta el Reducido. En 2025 se animará otra vez a pelear por un ascenso, tras el sueño de que haya cuatro cordobeses en Primera.
Estudiantes de Río Cuarto navega con la incertidumbre de la situación procesal de su presidente Alicio Dagatti, pero también con una estructura firme, como un club ya reconocido de la divisional.
En el Federal A también hay ganas de crecer, como lo han demostrado Argentino de Monte Maíz, Sportivo Belgrano de San Francisco y Atenas de Río Cuarto. Son un ejemplo de la fuerza del interior provincial, con clubes potentes, que intentan desarrollarse y explotar a nivel nacional.
La era de la evolución
El fútbol de Córdoba vive tiempos de crecimiento, de sueños y evolución. Con el hincha siempre acompañando y poblando los estadios. Miles de ellos entendiendo el importantísimo rol que cumplen cuando son socios y también dueños de las decisiones.
En el año 2025 que ya da sus primeros pasos, Córdoba tendrá del deber de volver a intentarlo. Con el estadio Mario Alberto Kempes como escenario de grandes eventos, será primordial que los nuestros estén ahí: peleando campeonatos, logrando títulos.
O al menos peleando hasta las instancias finales, como lo hizo Talleres. Como lo deben buscar Belgrano, Instituto, Racing, Estudiantes de Río Cuarto, Sportivo Belgrano, Argentino de Monte Maíz, Atenas y los que vengan detrás.
Los clubes y la gente, la que banca, la que espera, la que siempre está, lo merecen.