El Tribunal Laboral de París se convierte este martes en el epicentro de uno de los litigios más resonantes del fútbol europeo: el enfrentamiento entre Kylian Mbappé y el París Saint-Germain. En juego hay cifras astronómicas que reflejan la magnitud del conflicto: casi 700 millones de euros entre reclamos cruzados.
Mbappé, hoy figura del Real Madrid, exige 263 millones por conceptos que incluyen salarios impagos, primas y compensaciones. El PSG, por su parte, contraataca con una demanda de 400 millones, alegando daños y perjuicios derivados de la salida del jugador sin traspaso.
La disputa no se limita a lo económico. El caso expone tensiones acumuladas desde 2023, cuando el delantero anunció que no renovaría su contrato. Esa decisión desencadenó presiones internas, su exclusión del primer equipo y un ultimátum del presidente Nasser Al-Khelaifi: renovar o salir en enero.
Aunque Mbappé volvió a jugar tras un acuerdo verbal, sus abogados sostienen que nunca se formalizó en la Liga, lo que invalida el pacto. El PSG, en cambio, acusa al jugador de actuar con deslealtad y planificar su salida desde 2022, cuando firmó la última renovación.
El trasfondo económico es clave. El PSG pagó 180 millones por Mbappé en 2017 y esperaba recuperar parte de esa inversión con una venta millonaria. Incluso rechazó una oferta de 300 millones del Al Hilal saudí en 2023, confiando en que el delantero prolongaría su vínculo.
El club considera que esa negativa le generó un perjuicio irreparable y reclama una indemnización récord. Mbappé, en tanto, denuncia presiones mediáticas y psicológicas, además de impagos que, según su defensa, vulneraron acuerdos previos.
El fallo del Tribunal Laboral puede inclinar la balanza hacia cualquiera de las partes o derivar en una mediación. Sea cual sea la decisión, el proceso promete extenderse con apelaciones y nuevos capítulos, consolidando este juicio como uno de los más costosos y mediáticos en la historia del fútbol.



























