Volvió la alegría a Nueva Italia. Hacía poco menos de tres meses que Racing no ganaba en su estadio. Luego de su derrota frente a Arsenal, se hacía más que necesaria una victoria que calmara el pedido de los tres puntos de los hinchas. Y, afortunadamente para ellos, así sucedió.
Ayer rrente a Colegiales llegó exhausto y un poco asustado a la otra orilla, pero pudo mostrar a pleno lo que consiguió. El triunfo 2-1 tiene el doble valor de extinguir una racha que parecía extenderse por todos lados y de volver a acechar a los equipos ocupan posiciones que los habilita a disputar el otro ascenso.
El duelo frente al equipo bonaerense tuvo el tono inicial de la mayoría de los partidos que se habían jugado en el Miguel Sancho en esta temporada. El equipo visitante se resguardaba en su campo y amenazaba la valla adversaria a través de un veloz contragolpe. Eso, de parte de los visitantes, fue casi una insinuación. Muy poco fue lo que produjeron cerca de Mauricio Maslosvski, pero lo suficiente como para llegar al final del encuentro con chances de igualar.
Racing, siempre con una mayor posesión del balón, comenzó a acercarse a Emilio Di Fulvio. La particularidad que mostró el primer tiempo fue que Racing ganó la mayoría de las pelotas que llegaban por arriba sobre el área visitante. Uno de esos envíos, tuvo un cabezazo intermedio y un posterior remate de Ferrero que se transformó en gol.
Ya en el complemento, con un panorama similar, un penal de Ian Rasso a Sergio González, fue definido con seguridad por Pablo Chavarría, la figura del encuentro.
El soplido de alivio fue generalizado. Todo parecía transcurrir por caminos de tranquilidad. Pero eso cambió con la arremetida “colegiala”. Un sobresalto cerca de Mattalía terminó en un remate de Facundo Montiel, que achicó la diferencia en el resultado y agrandó la angustia.
Los ingresos de Germán Díaz, Fabrizio Giggia y Sebastián Marfort, más el de Valentín Perales, que actuó como “doble 5”, le dieron la dinámica necesaria como para presionar y evitar que el rival llevara peligro, y para que el final del encuentro transcurriera sin sobresaltos. Eso fue lo que ocurrió, y por eso en Nueva Italia volvió a festejarse una victoria que le permite a Racing continuar con la ilusión de terminar la fase de grupos con chances de seguir participando.