Grandes emociones se vivieron en el estadio Candini durante el agasajo al plantel de Estudiantes de Río Cuarto, que cumplió el sueño de generaciones: volver a la Primera División del fútbol argentino después de 40 años.
Los jugadores fueron recibidos por una caravana de autos y bocinazos de hinchas y vecinos que comparten la alegría y la ilusión generada por el histórico ascenso a la Liga Profesional.
“Esto es espectacular. Yo me crié dentro del club. Mi madre estuvo muchos años en la cantina. A Estudiantes lo llevo adentro, estoy muy feliz”, dijo Marcelo “Chicho” Simioni, en medio de los festejos.
“Nosotros hicimos 76 kilómetros para venir a ver a los jugadores. Es mucha la gente de la región que acompaña a Estudiantes. Pase lo que pase en AFA, sea lo que sea, nosotros disfrutamos el fútbol todo lo que se pueda.
Venir a la cancha con sobrinos, con hijos”, comentó Gustavo Bustos, de Alejandro Roca. “Van a venir River, Boca, todos los clubes grandes acá”, acotó un niño de la familia.
“Esto es lo soñado. Todavía no caigo en lo que se logró”, expresó emocionado Alberto Gomila, encargado del mantenimiento del césped en la cancha desde hace 20 años.
Viviana, madre del jugador Matías Pagliaricci, afirmó: “Es hermoso esto. Él tenía cinco añitos cuando empezó con el fútbol. El fútbol es muchas veces caerse y levantarse. Este triunfo es todo”.
La Asociación Atlética Estudiantes organizó una gran fiesta para agasajar a los jugadores en el Candini. “El que no salta es de la B”, gritaban en la tribuna. La XXI, banda emblemática del cuarteto en Río Cuarto, agigantaba la fiesta celeste. Ni bien llegaron a la ciudad, los jugadores fueron al estadio y allí pudieron abrazar a sus familiares.
“No sé de dónde saca fuerza, pero gracias a esa fuerza está acá”, comentó Anita, la compañera de Alejandro “Colo” Cabrera y madre de su hijo de tres años. Recordó conmovida los momentos duros: “Cuando se volvió a romper los cruzados y estuvo al borde de dejar el fútbol”. “Estoy feliz, se lo merece”, agregó.
Soledad, mamá de Federico “Peke” Álvarez, contó: “Estamos súper emocionados, hacen tanto sacrificio los jugadores. Cuando murió mi papá el año pasado, él no fue a despedirlo, pese a que era como su padre. Justo ese día debutó con un gol. Había perdido a su abuelo, pero el equipo necesitaba los puntos”.
Julián Paulucci, médico del plantel, valoró: “Se armó un buen grupo de personas humildes, de luchadores que en los momentos difíciles agachaban la cabeza y seguían trabajando, con el apoyo familiar y de la ciudad. Tuvimos jugadores lesionados, hasta con cirugías, que llegaron a ser figura en la final. Por la fuerza de un sueño se logró”.
Franco Dagatti, hijo del presidente, habló del “sacrificio” de todo el plantel y “de todos los que dejan su tiempo con el sueño de triunfo”. “Gracias a Dios hoy se ven los frutos y el recibimiento de la gente lo demuestra. Se vienen cosas muy buenas para Río Cuarto, esto va a impactar en la economía de la ciudad”, expresó.
Su compañera, Agostina, asintió: “Es un orgullo muy grande. El mundo celeste necesitaba esto. Hubo tres intentos, no se podía dar. Fue un año muy duro, con mucho dolor, muy injusto todo. Pero esta noche vamos a saltar porque esto representa un gran salto para Río Cuarto”.
Alicio Dagatti también estuvo en los festejos. El que no pudo asistir es su hijo Ignacio porque, por razones judiciales, no pueden tener contacto. Ambos estuvieron detenidos más de ocho meses, imputados como presuntos jefes de asociación ilícita. Están en libertad bajo fianza.
Todo comenzó en diciembre de 2023, cuando se interceptó en la cárcel de Bouwer un camión cargado con carne del frigorífico de los Dagatti que, entre las medias reses, llevaba siete celulares, 1,7 kilos de marihuana, 10 gramos de cocaína y dos blíster de pastillas.
El chofer del camión fue condenado a cinco años y cuatro meses de prisión por “transporte de sustancias con fines de comercialización” y escribió una nota en la que asegura que Dagatti lo instruía para ingresar los elementos prohibidos.
La investigación del fiscal Enrique Gavier relacionó los celulares secuestrados con la modalidad de llamadas delictivas desde la cárcel. También acusó a los Dagatti por la supuesta venta de carne en mal estado.
Disgustada con Gavier, la defensa siempre insistió en pasar el expediente al fuero federal. Pero justo cuando lo consiguió, la semana pasada, el fiscal elevó la causa a juicio.
Alicio Dagatti brindará este martes una conferencia de prensa sobre el ascenso. En los festejos no dio notas, pero, en alusión a lo que le tocó vivir, en medio de la algarabía, soltó una frase: “Pasé del infierno al paraíso”.
