El jueves 11 de junio de 2026, o sea dentro de 370 días (un año exacto desde el miércoles), empezará en el estadio Azteca del Distrito Federal mejicano el Mundial que se jugará en Canadá, Estados Unidos y México, y cuya final será el domingo 19 de julio en el Metlife Stadium de Nueva Jersey.
Para esa cita, la máxima del fútbol mundial, Argentina –líder cómodo de las eliminatorias en la cual ya se aseguró el primer puesto cuando faltan tres fechas– se encuentra en el selecto grupo de selecciones que ya esperan clasificadas el inicio de la competencia en la cual defenderá el título conseguido en Qatar 2022.
En ese exótico Mundial, se sumó la anhelada tercera estrella. Con el lugar asegurado desde el 25 de marzo pasado, Lionel Scaloni y su cuerpo técnico afrontan este tiempo hasta el inicio de la Copa del Mundo con la tranquilidad de poder trabajar sin urgencias.
Eso les da la chance de probar mucho, de citar a nuevos jugadores (como Troilo, Lomónaco y Mastantuono, en esta ocasión) y de buscar opciones para expandir el abanico de posibilidades.
“El resultado siempre es importante, pero hoy creemos que no es fundamental. Buscaremos que los jugadores se acoplen bien y tengan la posibilidad de sumar minutos en la selección”, explicó Scaloni en la conferencia previa al partido en Santiago, que terminó con un indiscutido 1-0 sobre un Chile casi eliminado.
A esa decisión también hay que agregarle la estrategia a la que se apelará para que el capitán Lionel Messi transcurra este año pre-Mundial de la forma que le permita acrecentar la expectativa de jugar su sexta Copa del Mundo, que sería con 39 años.
Claro que depende de “Leo”, pero la probabilidad es cada vez mayor si se tienen en cuenta su presente, su alma supercompetitiva y el contexto positivo y la contención que le da esta selección.
Así, Argentina va, sólida, convencida y ambiciosa rumbo al Mundial 2026. Y con un plus cordobés: en Santiago, tuvo a Cristian “Cuti” Romero debutando como capitán del equipo. Todo un orgullo.
