Nada es casual en esta selección que desde 2018, después de la enorme decepción en el Mundial de Rusia, dirige el cuerpo técnico que encabeza Lionel Scaloni, que fue clave para que Argentina recuperara su histórica grandeza, esa que la llevó a ser parte de la elite del fútbol y a lucir tres estrellas en su escudo.
Este seleccionado albiceleste consiguió lo que consiguió porque supo crecer hasta convertirse en lo que es hoy: un equipo confiable, sólido, rico en alternativas (tanto individuales como colectivas) y con una mentalidad positiva forjada desde la concepción de que nada es más trascendente que el grupo.

Esta Argentina es una garantía. Puede ganar, perder o empatar, pero siempre asegura entrega, compromiso, protagonismo y competitividad.Eso la ha llevado a festejar mucho más de lo que ha penado. Los títulos en las dos copas América, en el Mundial 2022 y en la Finalissima lo certifican, como así también esta clasificación anticipada a la Copa del Mundo 2026 lograda este martes.
El pase al certamen que se jugará el año próximo en Estados Unidos, México y Canadá quedó asegurado antes de comenzar el clásico con Brasil, al cual Argentina llegó como líder indiscutido de la eliminatoria sudamericana.
Argentina cumplió, como siempre, como lo viene haciendo sin interrupciones desde hace seis años y pico. La clasificación a un nuevo mundial llegó con un claro triunfo 4-1, una paliza, sobre Brasil y con la aparición de nuevos valores que respaldan la continuidad, como Giuliano Simeone.
Y habrá que prepararse para más, ya que estos muchachos capitaneados por Lionel Messi nunca se conforman. Porque, como dijo Scaloni: ”Llevan el ADN de jugar por la camiseta, por su país, por su familia, por sus amigos, por la camiseta. El mensaje se entendió desde el primer día”.
Entonces, sólo queda seguir disfrutando y agradeciendo tanta alegría.