Después de una noche mágica de fútbol y emociones, como la que se vivió el martes en el estadio Monumental, la selección argentina llegó adonde quería llegar.
Ya está parada en el kilómetro cero de la ruta que la llevará al Mundial de 2026 en los Estados Unidos, Canadá y México para defender el inolvidable título levantado en Qatar en 2022. Con el capitán Lionel Messi a la cabeza de todos.
La misión es altamente difícil. Por las dificultades que de por sí conlleva una Copa del Mundo que, además, será la más extensa de la historia (durará 38 días, entre el jueves 11 de junio y el domingo 19 de julio de 2026) y porque Brasil, con sus consagraciones en Suecia 1958 y en Chile 1962, fue el último país que logró dos mundiales consecutivos.
Argentina estuvo cerca de conseguirlo en 1986 y 1990 durante los tiempos gloriosos de Diego Maradona en la cancha y de Carlos Bilardo en la dirección técnica. Enfrentó a la por entonces Alemania Occidental en las finales de México 1986 y de Italia 1990 ganando la primera y perdiendo la segunda.
Brasil jugó tres finales consecutivas entre 1994 y 2002: ganó la primera en Estados Unidos y la tercera en Corea-Japón, pero perdió la segunda en Francia. Y, más recientemente, fue Francia la que a punto estuvo de romper el hechizo de la estadística: fue campeona del Mundial 2018 en Rusia y cayó por penales ante la Argentina, en la mejor definición de todas, la de Qatar 2022.
Con actuaciones deslumbrantes como la que tuvo antenoche ante Brasil, el país futbolero siente que esta vez es posible y que la selección de Lionel Scaloni puede hacerlo de nuevo. Faltan 440 días para que la pelota del Mundial empiece a rodar y una onda de fundado optimismo recorre la Argentina.
Números demoledores
No es para menos: sin dos titulares indiscutibles como Messi y Lautaro Martínez y con varios lesionados importantes como el cordobés Paulo Dybala, Giovani Lo Celso, Lisandro Martínez y Gonzalo Montiel, quienes no pudieron estar en esta ventana, Argentina ganó incuestionablemente sus dos clásicos ante Uruguay y Brasil; es líder de las eliminatorias con 31 puntos, a ocho del escolta, Ecuador; es el seleccionado que más partidos ganó (10) y más goles marcó (26), y sacó pasaje al Mundial 2026 con cuatro fechas de anticipación.

En estos 14 meses que quedan hasta el Mundial, Scaloni tendrá que mantener elevada la motivación y tratar de que el equipo no se le vaya de punto para poder llegar en su mejor momento a la cita máxima. Parece imposible jugar mejor que contra Brasil. Pero habrá que intentarlo. Hay una garantía y es, desde luego, la enorme calidad de los jugadores que componen el plantel, en su gran mayoría titulares en los más importantes equipos europeos, y su identificación y compromiso con la idea que baja el técnico.
Además, Scaloni no interfiere: habla poco pero dice lo justo, no abruma a los jugadores con largas parrafadas tácticas ni con inacabables sesiones de video, sabe gestionar un vestuario de estrellas y con eso, y respaldado por un cuerpo técnico de primer nivel en el que resalta el aporte de los cordobeses Pablo Aimar y Walter Samuel, ha construido la mejor selección del mundo en la actualidad (sólo España podría discutirle esa condición) y, acaso, la mejor de todos los tiempos del fútbol argentino.
Con otro mérito adicional: logró que el equipo rompiera su techo sin tener en cancha a un astro como Messi, quien en otro tiempo era indispensable. Lo que antes resultaba un problema, que el capitán no estuviera, dejó de serlo: lo reemplaza el equipo porque la idea de juego es más poderosa que su mejor jugador.
¿El último Mundial de Messi?
En los Estados Unidos, “Leo” puede llegar a quebrar un récord imbatible: ser el único jugador en la historia con seis mundiales en su haber.
Lo que queda por saber es si está dispuesto a hacer el último esfuerzo físico y mental para estar presente. O si preferirá verlo desde la comodidad de un palco. Animal competitivo por naturaleza y comprometido a fondo con el destino de la selección, será Messi y nadie más que él quien tome esa decisión. Rodeado sólo de los consejos de su padre Jorge, de su madre Celia y de su mujer Antonella.

“Leo” cumplirá 39 años durante la disputa de la Copa del Mundo 2026 y dependerá básicamente de las respuestas que su físico le vaya dando en los partidos que jugará para Inter Miami por la MLS de los Estados Unidos, en las copas de la Concacaf y en el Mundial de Clubes.
La fatiga acumulada por la sucesión de juegos y viajes puede resultarle en contra y quizá haya que pensar en un Messi que no participará de todos los minutos de todos los partidos. Y en que hasta puede arrancar como suplente. Scaloni sabe que la decisión no está de su lado y que “Leo” se pone o se saca solo de la selección. Será él y nadie más que él quien dirá sí o no, cuándo y cómo.
Una versión que circula en el mundillo de la pelota sostiene que Messi ha firmado un contrato astronómico para ser una de las imágenes del Mundial y que en consecuencia está obligado a jugarlo. Otro rumor dice que el capitán se liberará del compromiso y que en septiembre, al final de las eliminatorias, anunciará su salida de la selección.
Pero los que aseguran conocerlo (su círculo íntimo es inexpugnable) creen que Messi desafiará el almanaque y sus músculos gastados y hará el último gran intento antes del retiro.
Acostumbrado a perseguir la gloria y a alcanzarla, juran que tiene un sueño que comparte con 50 millones de argentinos: ponerle fin a su carrera inigualable levantando otra vez una Copa del Mundo. Y que, sostenido más por su corazón que por sus piernas, dará hasta lo que no tiene para conseguirlo. Y para darle otra gran alegría a un país que la necesita.
Argentina ya conoce su ruta mundial
Quedan cuatro fechas para el cierre de las eliminatorias sudamericanas, y la ya clasificada Argentina las jugará contra Chile (jueves 5 o viernes 6 de junio en Santiago), Colombia (martes 10 en el Monumental), Venezuela (jueves 11 o viernes 12 de septiembre también en River) y Ecuador (martes 16 en Quito).
El entrenador Lionel Scaloni podría dedicar esas fechas para observar a algunos jugadores que han tenido pocas oportunidades hasta el momento y que podrían formar parte de la convocatoria final para la Copa del Mundo. En su mayoría, esos futbolistas se desempeñan en Europa, ya que en el radar del entrenador parece haber pocas señales para los que juegan en el medio local.
Del 6 al 14 de octubre y el 10 y el 18 de noviembre habrá dos fechas Fifa para la concertación de amistosos preparatorios. Pero como, para esa fecha, Europa estará jugando sus eliminatorias, es muy probable que la selección enfile otra vez rumbo a Asia, donde pagan millones de dólares con tal de ver a los campeones del mundo y bicampeones de América y hay fuertes sponsors regionales.
Aunque Fifa no lo oficializó, en la primera quincena de diciembre se hará el sorteo del programa de partidos del Mundial en una ciudad estadounidense que podría ser Nueva York o Las Vegas. Lo notable del caso es que, en esa fecha, todavía no estarán definidos los 48 países participantes.
La nómina se cerrará recién en marzo de 2026, cuando se jugarán los playoffs europeos que definirán cuatro plazas y los repechajes intercontinentales. En esa ventana, Argentina tratará de jugar ante España la Finalissima intercontinental, que por ahora no ha encontrado lugar en la agenda.
Al igual que en la Copa América, en el Mundial la selección argentina instalará su búnker en el campus del Inter Miami y viajará a cada ciudad el día previo al partido. Otro dato que Fifa no oficializó aún y resulta de gran interés para los DT es la cantidad de jugadores que podrán convocarse. Por lo que se sabe, se mantendrán los 26 que fueron habilitados para Qatar 2022, teniendo en cuenta que la Copa durará 38 días y habrá 40 partidos más que en la última edición. Sin que esto implique que los cuatro primeros vayan a jugar más que los siete encuentros que vienen disputando hasta el momento. Faltan 440 días para que la pelota del Mundial empiece a rodar y Argentina ya los transita.