Racing de Nueva Italia volvió a sufrir un golpe repetido. Como en otras fechas, tenía el partido controlado, lo ganaba 1 a 0 en su casa, pero en el tramo final le empataron. Esta vez fue ante Tristán Suárez, por una nueva jornada de la Primera Nacional. El sabor amargo se sintió fuerte en el vestuario y también en la palabra de su técnico, Héctor Arzubialde.
“En una de las pocas pelotas que llegan nos empatan. El segundo tiempo el partido estuvo controlado, no nos llegaron nunca”, remarcó el entrenador, con visible fastidio. “Terminamos padeciendo un nuevo empate habiendo hecho un montón de cosas, un sacrificio enorme. Pero nos están castigando algunas situaciones”, precisó este domingo.
El partido parecía bajo control para la Academia, que ganaba desde el primer tiempo. Pero la falta de contundencia para cerrarlo y una desatención en el fondo le costaron dos puntos clave. “Es preocupante que nos lleguen una vez y nos conviertan. Siempre hemos hablado de los muchos goles que nos convierten. Ahora nos hacen uno y con eso les alcanza para empatarnos”, lamentó.
El DT también recordó el partido anterior ante San Martín en Tucumán, otro encuentro en el que Racing jugó bien pero no pudo traerse la victoria: “Hicimos un partido para ganar. Estamos en ese momento. Pero yo reconozco y valoro el esfuerzo de los jugadores”.
Además, Arzubialde pidió respaldo para los futbolistas que están dando sus primeros pasos en el primer equipo: “Hay que tener paciencia en algunas situaciones con los chicos más jóvenes”, afirmó.
La frase que más repitió resume el clima que se vive en Nueva Italia: “Teníamos el partido controlado, estaba todo dado para ganar 2-0, y en una pelota nos empataron. Siempre ocurre la misma historia”.
El punto suma, pero no alcanza. Racing deberá trabajar en los cierres, donde el reloj y la ansiedad le juegan en contra. Y su técnico lo sabe.