Después de siete años afuera de Talleres y siendo a menudo noticia más por sus andanzas fuera de la cancha que por sus virtudes en ella, donde siempre se mostró como un jugador talentoso y exquisito, a Emanuel Reynoso se lo nota feliz por haber vuelto al club y a Córdoba.
A los 29 años, con una familia conformada y deseos de aportarle a la “T” todo lo que puede salir de su botín zurdo, “Bebelo” parece no ser el mismo que se fue.
En la conferencia de prensa de ayer en la que fue presentado su retorno al Matador, se lo notó más maduro, contento, pleno. Se notó que volvía “feliz a su casa”, tal como reiteró en cada respuesta,
Desde que entró a la sala de conferencias del Card Amadeo Nuccetelli, saludando a cada uno de los periodistas -a los que conocía de antes y a los que no- se lo vio disfrutar y con una sonrisa de oreja a oreja que nunca se borró de su rostro.
Y lo que es aún más importante: con la mente sólo puesta en el fútbol y en su retorno al club de sus amores. Cuando se lo consultó sobre las causas por las que deberá responder en la justicia local, tiró la pelota afuera dispuesto a centrarse sólo en lo único que hoy le interesa. Como “Rey”, tal como lo apodó” el Cholo” Guiñazú, uno de los artífices de su vuelta, su deseo es volver a competir para ocupar el trono.
“La verdad es que estoy feliz en el club y no quiero hablar de lo judicial. Sólo de lo futbolístico. Mi cabeza está puesta 100 por ciento en lo futbolístico y en querer jugar. Vine a comprométeme con Talleres. Eso, nada más”, señaló.
Estos fueron los principales conceptos que dejó en la charla con los periodistas acreditados por el club:
Felicidad pura. “Mi familia está contenta, feliz de que haya vuelto. Tuvieron el anhelo de que pudiera volver, tenía muchas ganas de que volviera. Y yo quería que mis hijos me vieran jugar en Talleres. Apenas supe la noticia de que volvía le avisé a mi familia y nos pusimos todos muy felices. Agradezco por el esfuerzo a Talleres, a Andrés (Fassi), al Cacique (Medina), pero también a Tijuana y a su presidente, porque entender la situación, que quería volver a mi casa, el club en que me formé desde que estuve en la pensión”.
Quiere jugar. “No sé si voy a jugar el domingo (contra Lanús). Yo estoy bien en lo físico y en ritmo. Vengo de jugar dos partidos en la liga mejicana y desde que surgió la posibilidad de volver a Talleres entrené al ciento por ciento para estar listo por si el Cacique (Medina) me necesita. La decisión es de él. Estoy esperando que me diga: “Bueno, ya está. Allá vamos” para terminar de estar cien por cien”.
Sacrificio. “Ahora soy un jugador más sacrificado del que se fue de Talleres. Quiero ayudar a mis compañeros y si es necesario marcar para recuperar la pelota no tendré problemas en hacerlo. Todos tienen que sacrificarse por el equipo”
Compromiso. “Vine a comprometerme con Talleres, para aportar lo que pueda para conseguir cosas importantes. Hay varias competencias y un gran plantel, que me recibió bárbaro y me hizo sentir muy bienestar, vengo entrenando, pero es decisión del técnico.
Sobre Rubén Botta. “Es un jugador impresionante, siempre lo ví desde que vino a Talleres. Todos quieren jugar con él. Con la pelota puede hacer cualquier cosa en el área rival. Tiene muchísima técnica, me gusta su pegada; ojalá se pueda dar, no es decisión mía, es del ‘Cacique’, pero me gustaría jugar con él. Es un deseo que creo que todos tienen”.
Lo del número “33″. “Me gustaría jugar con la camiseta 33, la que utilicé en mis primeros partidos en Talleres. Estamos en eso, lo pedí. La camiseta nueva está buenísima. Vi la presentación en México y ya me la quise poner.
El rol del “Cholo” Guiñazú. “Ni bien ‘el Viejo’ me llamó y me dijo lo de la chance de volver, le dije que sí, que era lo que deseaba, lo que quería mi familia. Están Guido (Herrera), el ‘Tucu’ (Palacios), Nahuel (Bustos), con quienes ya jugué en el club. Todo suma. Y es un grupo con muy buenos jugadores y personas”.
¿El regreso de Cristian Pavón? “No lo llamé todavía, pero ojalá pueda volver. Fuimos compañeros en Talleres y somos amigos. Que vuelva al club es un deseo de todos, pero es una decisión que debe tomar él”.
Los recuerdos que siempre están. “Con mi mamá hacía pan casero, salía a vender de chico para poder venir al club. Soy un agradecido por la familia que tengo. El accidente de mi rodilla fue bravo, el club siempre me apoyó y creyó en mí. Estuve en la pensión y me ayudó muchísimo”.