Belgrano supo cambiar a tiempo y por eso logró un triunfo merecido ante Central Córdoba por 2 a 1. Así, sumó la primera victoria en el presente torneo de la Liga Profesional en la tercera fecha.
Ganó de manera ajustada y sufriendo en el tramo final del encuentro, pero se dio en un momento justo, porque venía de un durísimo golpe en cancha de River (0-3) y después de hacer un flojo primer parcial.
Las razones para ganar este partido fueron propias y ajenas. Las propias estuvieron en los cambios en el intermedio, cuando el DT Real sacudió el equipo y ajustó donde peor estaba haciendo las cosas. Porque sacó a un Baldi muy flojo, a Marín que no termina de adaptarse y a Rolón que no había aportado nada. El ingreso de Delgado le sirvió para cerrar la banda y Heredia junto a Metilli le aportaron el ritmo que el medio no había tenido.
Y las razones ajenas estuvieron en un equipo santiagueño cargado de pases cortos, sin profundidad y que diluyó todos los ataques en lateralizar sin lastimar, algo que no logró ni cuando el Celeste se quedó con 10 por la expulsión de Moreno.
Para el olvido
Perdido la mayor parte del tiempo. Sin patrón definido de juego. El Pirata jugó un primer parcial para ser olvidado rápidamente, porque dio un montón de ventajas en favor del visitante. Y se fue 1 a 0 abajo después de que Rébola le cometiera penal a Sanabria en la última jugada y Molina lo cambiara por gol poniendo justicia en el marcador.
Esa primera parte fue de un partido en el que los dos equipos se equivocaron mucho ante la intención de hacer cosas que pareciera para las que no están preparados, como jugar corto, juntar pases e intentar llegar a fondo para meter una pelota al área.
Después de un inicio en favor del local, el juego cambió de mano con el correr de los minutos y derivó en el visitante ganando por la zona de Baldi con demasiada simpleza. Arrancó mejor la “B” que tuvo en los pies de Marín la chance de marcar a los seis, cuando Velázquez lo dejó en soledad, pero el remate del chileno fue débil y a las manos de Ingolotti.
Se desvaneció el juego de Reyna con el correr de los minutos, se diluyó Velázquez y la pelota empezó a ser un bien mal jugado por el local y administrado de mejor manera por el visitante, con Montoya como la manija.
Agustín Baldi tuvo otra noche para justificar su salida del equipo y a ello se le sumó un doble cinco con Rolón sin saber qué debía hacer y con Quignon que perdió seguido. Entonces todo se hizo un cóctel de errores que la visita aprovechó.
Cambiar y ganar
Pero en el segundo tiempo pudo torcer la historia de un partido que en el final del PT lo había puesto contra las cuerdas. El técnico Juan Real modificó nombres en el intermedio y las ganas de los que ingresaron, más lo flojo del visitante, le dieron la chance de revertir el trámite del encuentro.
Las salidas de Baldi, Rolón y Marín fueron claves para la remontada porque cerró la banda izquierda con Delgado, ajustó velocidad y garra en el medio con Heredia y Metilli, lo que brindó profundidad.
Entonces, la pelota empezó a disputarse más en el medio, Montoya ya no manejó los espacios, Sanabria se cambió de lado porque no pudo con Delgado y apareció en escena ese González Metilli que el Pirata fue a buscar en el último mercado de pases.
Y llegó el empate a los 12 tras un gran pase de Heredia, un toque al medio del ex-Argentinos y Reyna empujó al 1 a 1. Y la visita se fue confundiendo cada vez más y el local mejoró en los pases simples.
Barinaga ganó por la derecha tras una excelente habilitación de Moreno y su centro fue a dar al peruano, que definió con un remate alto para dar vuelta el marcador.
La roja a Moreno modificó el paisaje del partido, pero para fortuna del local no el resultado, porque los santiagueños poco hicieron, más que un par de centros y empujones en busca de no sumar su tercera derrota en línea, pero no pudieron y se quedaron con las manos vacías.
