Curiosa realidad la de este Belgrano campeón. Coronado por primera vez lejos de casa, el Pirata dejó atrás, en San Nicolás, el período de mayor orfandad de títulos de su historia -36 años sin dar una vuelta olímpica- de la mano del mismo protagonista que, curiosamente, le había regalado en esas temporadas el gol más celebrado de su historia: Guillermo Farré.
Sí, Belgrano sumaba casi cuatro décadas sin gritar campeón, aunque para muchos de sus hinchas aquella promoción ganada a River en el Monumental valió igual o más que un campeonato. Esa tarde del 26 de junio de 2011, el actual director técnico del club de barrio Alberdi anotó el gol del empate 1-1, una conversión que dio la vuelta al mundo por el impacto del rival caído en desgracia.
Farré ya tenía asegurado el bronce después de haber disputado 327 partidos con el Celeste, pero por si hacía falta, ahora le agregó un nuevo oropel en otra función.
El último y lejano festejo de Belgrano había sido el del 20 de abril de 1986, cuando le ganó la final de la única edición del Campeonato Regional a Olimpo de Bahía Blanca (3-2 en el Gigante) que le garantizó el honor de convertirse en el primer club cordobés campeón de un torneo de AFA y, de paso, clasificarse directamente a la segunda fase de la Liguilla Pre-Libertadores en búsqueda de un lugar en el torneo continental. Farré acababa de cumplir cinco años y Diego Novaretti aún no había soplado su primera velita.
Más de una generación de hinchas piratas acaban de descubrir este fin de semana la sensación de ser campeón. Es que la larguísima sequía de títulos dejó “en blanco y negro” un pasado cargado de gloria del club, que inscribió su nombre triunfal desde el primer campeonato organizado por la Liga Cordobesa, en 1913.
“Belgrano campeón” era una frase que parecía archivada e irrepetible, aunque hasta 1986 había estado de manera recurrente en las gargantas de sus hinchas. Antes de que comience la época de “vacas flacas”, fue un grito repetido 58 veces por sus viejos simpatizantes: 53 en Liga Cordobesa, tres en la Federación Cordobesa, una en la efímera Unión Cordobesa de 1956 y la ya citada consagración de 1986, en AFA. Ahora, ya con 59 éxitos, quedó a sólo tres de igualar a Talleres (62), el más ganador de la Docta. Instituto, el tercero en discordia, continúa con 27 desde 2004, año de su última conquista. Un detalle: antes de los 36 años sin conquistas, Belgrano nunca había permanecido más de cinco años sin dar una vuelta olímpica. Los peores ciclos habían sido entre 1924/29, 1957/62 y 1978/83.
En la fantástica campaña cumplida este año, Belgrano anotó además un récord para la categoría: fue el único campeón en ganar de punta a punta el torneo. Hasta aquí la mejor marca pertenecía a Gimnasia de Jujuy, que en la temporada 1993/94 sólo había resignado la punta por diferencia de gol durante cuatro fechas, ante Quilmes, antes de coronarse campeón.
Pablo Vegetti, su goleador, llegó a los 50 goles con la camiseta del Pirata en 95 partidos y en la historia del club ascendió al puesto 24º entre los máximos artilleros desde 1905. A nivel AFA, quedó en el quinto lugar detrás de Luis Artime (94), Abel Blasón (58), César Pereyra (54) y Gustavo Spallina (52).
El último título
El 20 de abril de 1986, Belgrano hizo punta al poner la primera estrella del fútbol cordobés en el ámbito de la AFA, en un torneo que nadie adivinaba qué rumbo podría tomar. El Regional de 1986 es difícil de catalogar. No fue un torneo de ascenso, tampoco uno de la máxima categoría, porque faltaron los “picantes” que jugaban el Metropolitano. Acaso la mejor definición sea aquella que habla de un torneo del interior paralelo al de Primera y que, en un principio otorgaría una plaza a la Copa Libertadores de América.
Su disputa ocurrió en pleno proceso de armar y desarmar en el que se había metido Julio Grondona y la dirigencia del interior del país, que por aquellos días ya retrocedía tras los efectos de división derivados de la Resolución 1.309, que dejó al movimiento federal sin tres pilares fuertes: los de Talleres, Instituto y Racing.
Así, aquel Campeonato Regional, cuya única edición se disputó en 1985/86, quedó inmerso en la transición hacia una reestructuración que modificó la participación de los clubes provincianos en AFA.
El Regional 1985/86 fue, ante todo, un campeonato oficial de AFA, lo que le permite a Belgrano presumir de ser el primer club cordobés en obtener un torneo en ese ámbito y, por si hacía falta alguna otra arista, en calidad de invicto. Pero también es necesario aclarar que su consagración no le otorgó el pase al Nacional B, sino a la Liguilla Pre-Libertadores, una instancia a la que accedieron todos los semifinalistas de aquel certamen.
La participación del club en el panel estable del fútbol argentino se cristalizó, tal como ocurrió con Talleres, por medio de un acuerdo escrito. Fue la Asociación Cordobesa de Fútbol la que dictaminó, en la madrugada del 12 de abril de 1986 y a través de la resolución 150, que los celestes sean los representantes de la plaza otorgada a la entidad madre del fútbol cordobés. Con aprobación unánime: la 150 fue conocida en el ámbito dirigencial de la época como “la 1.309 cordobesa”, en relación a la normativa que dispuso la inclusión de los albiazules a los torneos porteños, en 1980.
Hecha esa salvedad, el Regional ganado por Belgrano fue, quizás, el torneo más federal de la historia del fútbol argentino. Y los datos son contundentes: participaron 106 clubes de todas las provincias, con 24 de ellos “veteranos” de los viejos nacionales de primera disputados entre 1967 y 1985. Sólo faltaron los tres clubes de la Docta acogidos en el fútbol porteño (Talleres, Instituto y Racing).
Su estructura única tuvo una razón de ser. Con la desaparición del Campeonato Nacional surgió la necesidad de otorgarles a los clubes de “tierra adentro” alguna motivación deportiva para que el Regional no sea sólo un “torneo paralelo” al porteño. Por ello, y hasta tanto se organizara el Nacional B, el mismo otorgaría plazas a la Liguilla Pre-Libertadores y tendría por primera vez a un campeón. Y el que gritó campeón fue Belgrano, un canto de alegría que recién consiguió repetir este domingo, 36 años después.
