La presente campaña de Belgrano, cuando aún resta jugar una fecha, que será el lunes a las 21.30 ante Racing en Avellaneda, puede calificarse de muy buena y con chances de seguir mejorando, porque está en los cuartos de final de la Copa de la Liga y se encuentra a un punto de acceder a la Sudamericana que se jugará el año próximo.
El Pirata está entre los mejores ocho equipos del presente campeonato de la Liga y hoy se encuentra separado por 270 minutos de poder quedarse con un título y un boleto a la Libertadores 2024. Esto es así porque cuartos, semifinal y final del torneo se disputan a partido único y en campo neutral.
Todo un presente deportivo que es una muestra del buen trabajo hecho a lo largo de 2023 y que tuvo su primer premio al sostener la categoría sin sobresaltos. Luego, logró el segundo “triunfo” al conseguir el ingreso a la definición de la Copa y está en camino por uno más: volver a ser internacional.
El equipo de Belgrano
Si uno toma una formación base del equipo en este torneo que entra en su etapa de definición, encontrará que, de los habituales 11 que pone en cancha Guillermo Farré, tiene sólo un jugador con trayectoria en la Primera División de Argentina: Esteban Rolón.
Parece extraño, pero no lo es, porque el jugador que llegó desde Boca Juniors es quien tiene temporadas en Primera, los demás titulares no tenían recorrido en la máxima división del país.
Matías Moreno, Juan Barinaga, Santiago Longo, Ulises Sánchez y Facundo Lencioni son jugadores promovidos a la plantilla superior en los últimos tiempos, algunos recién este año, y están jugando sus primeros partidos en la Liga Profesional.
Después, Nahuel Losada, Alejandro Rébola y Lucas Passerini, más allá de su edad y de tener muchos partidos en su carrera, no cuentan con temporadas en Primera. El goleador viene de tres años en Chile y el arquero como el defensor, de jugar en segunda.
Por último, los refuerzos llegados desde Chile, como Alex Ibacache y Matías Marín, atraviesan su primera experiencia en el fútbol de Argentina.
A ellos se les puede sumar Mariano Miño, otro que llegó a la “B” proveniente de Agropecuario y ha jugado algunos minutos en la máxima división y que en los últimos partidos le ganó el puesto en el 11 a Marín.
A todos ellos debe agregarse a quien es el responsable del manejo del grupo, el entrenador Guillermo Farré, quien también en esta temporada está dirigiendo por primera vez en el círculo de privilegio.
Belgrano llegó a Primera en enero de 2023 y lo hizo con un equipo que tenía la base de quienes habían logrado el ascenso, muchos de ellos sin paso por Primera o con un exiguo recorrido. Pero la apuesta fue fuerte y el objetivo trazado fue la permanencia que se logró casi sin sobresaltos, entonces se redoblaron los esfuerzos y se apostó a llegar a la definición del torneo y nuevamente al plano internacional.
El club trajo un grupo de jugadores para la segunda parte del año y otra vez pocos se acomodaron entre los titulares (Passerini, Rolón y Marín) y solamente el volante llegado de Boca tiene en su “espalda” experiencia. Después, Lautaro Pastrán, Nicolás Schiappacasse y Matías Palavecino, quienes se sumaron en el último mercado, tampoco han tenido un paso por Primera.
Doblemente meritorio lo de Belgrano, porque apostó por su base para afrontar la Liga Profesional y logró lo planeado, pero además va por más y está en camino para pelear por un título.
