Las divisiones juveniles de Belgrano volvieron a imponerse en el torneo de la Primera Nacional que se terminará de jugar este fin de semana. A una fecha del cierre de este campeonato, cuatro categorías se quedaron con el título: quinta, sexta, octava y novena. Todas ya dieron la vuelta olímpica y se preparan para afrontar lo que vendrá que es un nuevo certamen hasta fin de año.
Daniel Mercado a cargo de la quinta, Pablo Bocco en la sexta, Julio López en la octava y Maximiliano Luján en la novena, fueron los responsables de las divisiones ganadoras. A una fecha, tanto la cuarta como la séptima, tienen chances y esperan dar el “zarpazo” en el cierre del torneo.
Maximiliano Luján, en dialogo con Mundo D contó: “Lo más importante de destacar, me parece, es el proceso que ha llevado la formación de estos juveniles. Porque ponerlo a Belgrano en los primeros planos nacionales, no fue de un día para otro, sino que se dio con un trabajo y un proceso que se sostiene en el tiempo”.
“Nos tocó empezar perdiendo mal, mejorando de a poco, hasta llegar a sacar campeonas algunas divisiones en Primera. Por eso, más allá que se cambió la comisión directiva y se han restructurado algunas cosas, que se sostenga a Federico Bessone en el cargo (coordinador general) y la línea de trabajo que se traía, es importante para seguir creciendo”, asegura Luján.
Pero más allá del trabajo a largo plazo que se ha sostenido en el tiempo y que sigue dándole alegrías al club, el haber consagrado cuatro divisiones después de un año sin competencia (2020) y de las interrupciones de este, también es un logro: “Lo importante de este título de ahora, es haber superado todas estas dificultades. Y lo que se vio, después de los parates de este año, es el compromiso. Pero no solo del club, sino de todos los chicos. Porque nos permitió volver a la competencia y sostener el nivel que teníamos. Los chicos siguieron entrenando con mucho compromiso, motivación y espíritu amateur, que es lo que te sostiene en carrera siempre”.
Lo más dificultoso para los “profes” del Pirata fue sostener motivados a todos los juveniles de cada una de las categorías, en estos tiempos de pandemia. Al respecto Luján dijo: “Nosotros tenemos todos los días la obligación de despertar en los chicos la pasión que los movilice. Y después mostrarles que, más allá que en algún momento estuvimos jugando en Primera, la realidad hoy es esta y que se la debe asumir, porque puede pasarles más adelante en su carrera. No todo en el fútbol es color de rosa”.
“En Belgrano se vive una excepción de lo que es la B Nacional. Por eso, que los chicos este año conozcan lo que son los otros clubes, sus instalaciones, que fuéramos a jugar y que en el lugar no hubiese vestuarios, sino un conteiner para cambiarse. Debe hacerlos valorar mucho más lo que tienen y lo deben cuidar, ese es nuestro mensaje: vuelvan y enamórense de Belgrano, porque tienen todo. Trabajo, humildad, compromiso, respetar los valores, todo esto es clave para que crezcan, primero como personas y después como jugadores”, prosigue el técnico campeón de novena.
La diferencia estructural del club cordobés con el resto de los que comparten la divisional es muy notoria. EL Pirata tiene un gimnasio exclusivo para sus juveniles, el predio cuenta con 11 canchas, una de ellas de piso sintético y además todos los elementos para entrenar. Estas cosas son una diferencia bien notoria: “Todos los jugadores de inferiores deben saber que no siempre van a estar en clubes como Belgrano. Que en su carrera les pueden tocar otros como los que hoy vemos. Valorar lo que se tiene, eso es clave, porque deben aferrarse a la chance de estar aquí y trabajar para buscar llegar a la primera”.
Finalmente, la novena es la puerta de los juveniles a la competencia de AFA y al respecto Luján asegura: “El paso de la Liga Cordobesa a la novena de AFA es el más difícil, porque vienen de torneos en lo que marcan con cierta facilidad la diferencia. Se empiezan a reunir con chicos que están en la pensión y el mismo grupo hace sentir lo distinto que es una competencia de otra. Aquí deben empezar a entender que la “pelea interna” los hace crecer y que aquel que era figura en LCF, puede que le toque quedarse sentado en el banco o no ser convocado para algún partido. Entonces se trabaja para que entiendan que si no están jugando es porque un compañero anda mejor y eso les muestra que tienen cosas para mejorar”.
