La preocupación, mitigada por el valor de la victoria sobre el Dragón, un equipo de segunda división, y el avance en un torneo que tiene un premio tremendo por seis partidos (un lugar en la Copa Libertadores de 2026), no dio la alegría que se espera de estas victorias.
“Se necesita reforzar la defensa”, fue la frase más escuchada entre los hinchas que iban dejando el estadio La Pedrera para regresar a Córdoba, porque estaba claro que fue un problema más que recurrente en el presente del Pirata.
Pero los refuerzos asomaron antes del inicio del Torneo Clausura y el trabajo de Ricardo Zielinski para ajustar lo que estaba flojo se notó de arranque: una nueva manera de jugar en el equipo apareció de golpe, porque aquel 4-4-2 tan clásico le dejó lugar a un 5-3-2.
Retoques y cambios
Desde su regreso para dirigir el equipo de Alberdi en febrero pasado, “el Ruso” probó opciones y alternativas para armar su estructura defensiva y fue fallando, a veces por mucho, otras por poco, pero no logró la consistencia que el torneo pedía.
El equipo se fue al final del primer semestre tras disputar 18 partidos, 16 por el Apertura y dos por la Copa Argentina, y se llevó 26 goles en contra, lo que marcó un verdadero dolor de cabeza cada vez que fue atacado. Pero no sólo por los goles en contra, sino porque el DT metió variantes de nombres y les dio oportunidades a todos, pero no pudo encontrar lo que buscaba: un buen funcionamiento.
Apenas el torneo Apertura había terminado, Zielinski les pidió a los dirigentes que se pusieran a trabajar en busca de corregir lo que se venía haciendo mal desde un par de mercados de pases: un arquero, dos centrales, un lateral izquierdo y un volante central, ese fue su pedido.
La llegada de las “caras nuevas” le trajo al DT la tranquilidad, que nunca parece perder, de que su pedido había sido escuchado. Y supo desde ese momento que tenía la oportunidad de tener opciones y poder aplicar distintas ideas de juego del medio hacia atrás, como para ampliar las maneras de encarar lo que se venía.
La apuesta fue por jugadores de experiencia y con mucho rodaje, y así fue que llegaron los centrales Leonardo Morales (34) y Lisandro López (35); los marcadores de punta Adrián Spörle (30) y Federico Ricca (30); el arquero Thiago Cardozo (28), y ahora llega el uruguayo volante central Rodrigo Saravia (24).
Con Gabriel Compagnucci afirmado por derecha, toda la defensa pasó a ser de mucha experiencia y en el primer partido por los puntos logró la firmeza que el DT pretende. Y aunque tiene mucho por ajustar, sostuvo su arco en cero.
Otra manera de ser

Zielinski decidió no desaprovechar a sus marcadores centrales y así fue que colocó tres de ellos desde el inicio: Leonardo Morales y Mariano Trolio como stopper, para ubicar a Lisandro López de líbero.
Pero no fue solamente poner tres centrales, sino que los dos laterales volantes le dieron mejor andar a la defensa: Gabriel Compagnucci por la derecha y Tobías Ostchega por la izquierda, a los que se les sumó un volante de corte como Santiago Longo, con lo cual el equipo consiguió poner en cancha seis jugadores carácter defensivo, algo que no había conseguido desde el retorno del DT.
Un nuevo sistema, un cambio de idea, pero una consistencia que se dio desde el mercado de pases al trabajo del entrenador para ajustar una falla profunda en el plantel.
El segundo volante central es por ahora la incógnita, pero tiene opciones el entrenador (Quignon, Metilli, Heredia, Menossi y hasta Ulises Sánchez), y eso hace su trabajo más sencillo.
Los de arriba son el tridente que se espera juegue: Zelarayán, Fernández y Jara. Con todas las variantes que la nutrida plantilla le da.
El equipo puede jugar con el sistema 5-3-2, pero con un pequeño ajuste puede regresar a un 4-4-2 sin mover demasiado y se adapta rápidamente.
Zielinski consiguió lo que pretendía del mercado de pases. Y por ello su tranquilidad tiene en que apoyarse y la ilusión de la gente también, porque ahora el Pirata se muestra como un equipo más ordenado y con opciones de juego en todos los sectores del terreno, lo que lo hace una plantilla interesante que deberá dar respuestas desde el campo de juego.