El metro/subte es el núcleo de la actividad de hinchas en el Mundial Qatar. Por sus líneas van y vienen miles de fans, que se trasladan a casi todos los estadios en los que se disputan los partidos del torneo. Y, entonces, es un punto de reunión y de diálogo.
Si la Federación Internacional del Fútbol Asociado (Fifa) quisiera hacer un comercial de la unión que el fútbol genera, ese sería el lugar perfecto. Es lo más multiracial que pueda verse. Credos, indumentarias, idiomas. Sonidos, aromas, voces. De algún modo, en esa multiplicidad de formas de ser y de vivir, el gen futbolero se transforma en el modo universal de ser y vivir.
Un japonés se amiga con un tunecino. Un senegalés con un mejicano. Un inglés con un coreano. Y las combinaciones de naciones podrían seguir, como si se seleccionara la opción random de seleccionar banderitas y hacer que “matcheen”. Y hablan de fútbol.
Se consultan por Lionel Messi. Cristiano Ronaldo. Mbappé. Kane y las estrellas. Pero, fascinantemente, les interesa saber del fútbol de cada nación. Un uruguayo, con inglés monosilábico, consultaba a un galés sobre los equipos de fútbol de su liga. En ese sentido, otro asunto de diálogo es el uso de remeras de equipos de cada país. Ese modelaje de pilchas dispara más interacciones. Es para documental ese instante en el que se piden selfies o se hacen videos para mandar a los grupos de WhatsApp. Porque se comparten los números de teléfono y se mandan mensajes. O se empiezan a seguir en Instagram.
El fútbol une
En el centro de esa dinámica, La Voz se topó con un grupo de egipcios. Obvio que el nombre que activó la charla fue el de Mohamed Salah, el delantero estrella de la selección que, esta vez, no clasificó al Mundial. Lamentaron esa ausencia, pero contaron que se vinieron a Doha “lo mismo”, que querían ver algunos partidos.
“¿Boca, Bombonera?”, preguntaron. “No, no. Córdoba”. Y ahí se inició la descripción de La Docta y sus hinchadas. Que Belgrano, Instituto, Talleres y Racing. Lo que demora el traslado del centro de la ciudad al lugar donde entrena la selección argentina hay tiempo suficiente como para mostrarles videos de las hinchadas cordobesas y algunas de las producciones audiovisuales de La Voz en este año.
Admiraron la movida de Talleres en el Maracaná, porque al colosal estadio brasileño lo tienen en el radar. Se volvieron locos con el recibimiento de Belgrano para el plantel en la noche del partido con Independiente Rivadavia de Mendoza. Se maravillaron con los humos rojos de Instituto. Y no entendían esas movidas cordobesas de viajar por todo el país para ir a ver al equipo.
Para cerrar la experiencia religiosa, posaron para una foro haciendo el parche Pirata y la T. Preguntaron si esa seña era algo malo o un insulto para alguien. De ser así, no hubieran hecho la foto. No conciben eso del insulto al otro. “Hinchas” de Belgrano y Talleres en Doha. El fútbol, una cultura.
