Un equipo que nació mal, que se gestó desde el error en sus contrataciones y que se formó con fallas desde el medio hacia atrás, como es este Belgrano, se despidió de su gente con un empate 1 a 1 ante Argentinos Juniors y, más allá de que el público se fue pensando en el futuro, en los refuerzos que deberán venir y en los jugadores que se irán, el punto fue un premio porque durante muchísimos pasajes del partido corrió detrás de los visitantes sin poder hacerse de la pelota.
Para el Pirata la mejor noticia es que el torneo se termina. Que lo malo que se hizo en el inicio del año tendrá ahora una oportunidad de mejorarse. Porque no es que nada sirve, pero sí es necesario ajustar y cambiar porque el equipo está entre los peores de la Zona (hoy 12) y llega a esta fecha ubicado 19 en la tabla anual, con chances de perder un par de escalones más.
Tiene sectores del campo en que lo endeble de su estructura quedó a la vista. Es real que la plantilla se armó pensando en otra manera de jugar, se trajo un DT que tenía una filosofía distinta a la que se aplica en el presente y hasta se habló de terminar con la idiosincrasia del juego del Pirata. Pero se falló y se debió comprender que era el tiempo de la marcha atrás.
Ahora se viene el momento en el que se debe ajustar, que la llegada de refuerzos es necesaria, sin espacio para volver a fallar y sabiendo que, si se desea tener un segundo semestre mejor, es necesario tener buena y mejores determinaciones.
El partido
Argentinos se mostró mejor que el Pirata en el manejo de la pelota, en el control y en el traslado de ella, pero falló en los metros en donde se debe tener precisión. Fue en la porción final del terreno donde no logró la eficiencia necesaria para vulnerar a Vicentini. De extremo a extremo del juego, el visitante fue mejor que el Celeste, pero en el fútbol el merecimiento es apenas un consuelo porque los partidos se ganan con goles y los puntos se reparten por el resultado. Fattori fue el dueño de la mitad del campo, Lescano tuvo pinceladas de buen juego y la visitatocó de un lado para el otro la redonda de cuero.
Belgrano corrió mucho, metió más y equilibró el partido en la pelea más que en la manera de jugarlo. Así fue que “Uvita” estremeció el poste de Rodríguez y después, en la segunda, marcó. El Bicho siguió mejor pero, a pesar de estar cerca, siempre falló en la puntada final para cerrar las mejores acciones que hacía. Después, Leguizamón despejó, se demoró en salir y habilitó a todos; cabeceó mal y terminó regalando el empate en el inicio del segundo tiempo.
El tiro del “Chino” en el travesaño o el remate sobre la hora de Hernandes hacen crear una sensación que no se condice con lo que ambos entregaron en el campo. Fue el propio Argentinos el que se encargó de no ser profundo para quedarse con todo.
El partido se diluyó y se fue con la gente mirando con resignación un final de semestre pobre y opaco, que no entregó alegrías y que se despidió hace mucho de cualquier expectativa de ser protagonista. La “B” empató de local y el punto sirve para acumular algo más en la tabla anual, pero es un poquito más en una campaña que fue floja por donde se la mire.