“Me encanta el verde césped, me encanta el verde césped profesional, quinta división, cuarta, lo he dicho y no me animo a decirlo, me apasiona. Es lo que me apasiona, después de haber terminado jugar el fútbol. El futuro y el destino dirán. Pero realmente lo disfruto mucho”.
Este textual de Pablo Horacio Guiñazú fue del lunes de la semana pasada, antes de que el plantel viajara a Paraguay para jugar ante Libertad por la segunda fecha del Grupo D de la Copa Libertadores. La expresión pasó inadvertida. O casi. Lo cierto es que “el Cholo” estaba avisando que estaba muy a gusto de recuperar su profesión.
Qué es lo que siente.
El domingo, tras el 1-1 con River de visitante, Guiñazú marcó la cancha. Directamente.
“Esto es por y para Talleres. Estamos a su servicio. No me ilusiono con nada. Calma absoluta. La charla con Andrés (por Fassi) es diaria. Yo ya dije que estamos al servicio total de Talleres. Sí, me ilusiono con estos jugadores que entregan absolutamente todo. Pero si tengo que decir algo... por más que uno esté ayudando... eh... yo ya no puedo ponerme más el jean y el suéter (significando que ya no quiere ser más dirigente). Creo que ya no hay vuelta atrás, en el buen sentido... me apasiona el verde césped... me apasiona. Y lógicamente que veré qué pasa y lógicamente escuchar a nuestro presidente”, dijo en conferencia de prensa tras el partido con River.
Para entender al “Cholo”, hay que hacer un poco de historia. Desde que colgó los botines, “el Cholo” se largó como DT en 2020; luego, tuvo experiencias en Atlético Tucumán y Sol de América, además de ser manager de Newell’s. En Talleres, fue entrenador alterno en la primera gestión de Alexander Medina en 2021 y volvió como director deportivo en 2024 con el proyecto de ADN albiazul que tuvo a Walter Ribonetto como DT y a Mauricio Caranta como ayudante de campo.
Como director deportivo se dio la salida de “Tino”, el interinato de Mariano Levisman, el regreso del “Cacique” y su partida. E inmediatamente, el presidente Andrés Fassi dispuso su interinato, algo que hizo que el propio Guiñazú dijera: “No, no pude dormir. Ni antes del debut con Gimnasia porque comenté que es muy complejo estar al lado de un cuerpo técnico todos los días, que ellos se vayan y que vos asumas. Es muy complejo y no se lo deseo a nadie. Se lo dije a los chicos por sobre todas las cosas. No pude dormir desde ahí”.
Sin embargo, la respuesta que le dio el grupo en estos tres partidos (2-0 a Gimnasia, 0-2 con Libertad y 1-1 con River), lo conformó. Lo potenció.
La directiva de Talleres
Desde la directiva le contaron a La Voz que ya sabían que Guiñazú quería seguir su carrera de DT. “Con el título de Supercopa Internacional con River, es como que sintió que había cumplido. Ya conocíamos que quería volver a ser entrenador”, confiaron desde Talleres, las fuentes consultadas.
Por eso, entre otras razones, también fue ungido Sebastián Fassi (el hijo mayor del presidente) como vicepresidente deportivo. Es quien sería la autoridad de referencia del área, ya que Guiñazú es el DT.
Oficialmente, en el medio de ambas declaraciones, el titular albiazul analizó: “El interinato en el fútbol termina siendo una situación de responsabilidades. Es decir, yo no le doy al ‘Cholo’ el rótulo de responsable de lo que pase como entrenador. Es interino, es de la casa, viene haciendo un muy buen trabajo estos días. ¿Cuánto tiempo? Veremos cómo se da la situación. Ya nos tocó con Gandolfi, que comenzó con un interinato y terminó más de año y medio, y con Ribonetto... No me extrañaría absolutamente para nada que lo pueda hacer “el Cholo”, pero hoy es necesario que asumamos la responsabilidad los jugadores y los que armamos este plantel”.
¿Qué sigue? Para Guiñazú, “no hay vuelta atrás”. Seguirá siendo DT en Talleres o donde sea. Fassi, que es quién decidirá, frenó las entrevistas con los DT. Decidirán los próximos resultados: en poco tiempo se sabrá si Talleres clasificará a octavos de final de Liga, si alcanzará la misma instancia en Libertadores y si el próximo semestre jugará solamente un torneo o dos como ahora.