A Instituto le quedan tres finales. Recibe a Rosario Central, el mejor equipo del año en puntos sumados, viaja a Junín para medirse con Sarmiento en un duelo directo por los playoffs y cierra en el Kempes ante Talleres, en un clásico que promete ser mucho más que un partido.
El escenario no es sencillo. Y si bien el DT Daniel Oldrá insiste en que con cinco puntos (una victoria y dos empates) se podría llegar a clasificar, las cuentas finas podrían decir otra cosa. La diferencia de gol del equipo albirrojo es -5, la peor entre los que pelean por entrar. Y ese dato pesa, porque en un cierre tan ajustado puede ser determinante.
Además, Sarmiento de Junín todavía debe jugar su partido pendiente ante Rosario Central. Si suma ahí, la vara sube. Y si a eso se suma que Atlético Tucumán tiene los mismos puntos que Instituto pero mejor diferencia de gol, los cinco puntos del DT podrían quedarse cortos.
La calculadora no alcanza
El panorama general deja en claro que lo ideal para Instituto sería sumar al menos seis puntos. Dos “triunfitos”. Aunque aun así deberá mirar de reojo los partidos de Sarmiento, Atlético de Tucumán y San Martín de San Juan.
En ese sentido, la situación de San Martín de San Juan es otro capítulo clave: si desciende estando dentro de los clasificados se libera un cupo para el octavo lugar. Pero confiar en eso sería caminar en la cuerda floja. Los sanjuaninos aún deben visitar a Godoy Cruz, recibir a Lanús y cerrar con Aldosivi en Mar del Plata. Nada definido.
Mientras tanto, en Alta Córdoba lo saben: los cálculos sirven de poco si no aparece el fútbol. Porque más allá de la matemática, Instituto necesita reencontrarse con su mejor versión, esa que mostró por pocos momentos en el Clausura, con intensidad, presión y juego colectivo.
Oldrá lo dijo con claridad: “Tendremos que recuperarnos de local. Lo mínimo que tenemos que sacar son cinco puntos”. Y quizá con eso alcance, pero habrá que esperar muchas manos ajenas.
El cierre del Clausura no da tregua. Los números son fríos, pero la ilusión sigue viva. Para clasificar, Instituto necesita algo más que una calculadora: necesita volver a ser la Gloria.
