“No importan los antecedentes, un clásico es distinto”. Debe ser la frase más repetida en la previa a estos partidos en los que últimamente se han dado más empates que otro resultado.
Talleres tratará de que esa frase se haga realidad. Ya lo dijo Augusto Schott: “No podemos permitirnos estar peor que esto”. El lateral, quien le ganó el puesto a un referente como Gastón Benavídez, habló tras el 1-2 ante Platense y con las venas abiertas por la eliminación del Apertura cuando le resta un partido para cerrar la fase regular siendo la peor campaña en un torneo de Primera de AFA (superando la de 1987/88).
Una igual de inverosímil que aquella de Copa Argentina, sucedida ante Armenio en 32 avos de final y cercana a otra, si es que no endereza su rumbo en el Grupo D de la Copa Libertadores, donde marcha con cero puntos. En todos los casos, se trataron de eventos posteriores a la Supercopa Internacional que obtuvo ante River en definición por penales, incluido el relevo del DT Alexander Medina para poner como interino a Pablo Guiñazú.
Más allá de la eliminación, la “T” necesita ganar por varias razones. Debe sumar para la tabla anual que determina la clasificación a Copas Conmebol ya que está a 12 y 17 puntos de Racing y Argentinos, últimos en entrar a Sudamericana y Libertadores 2026, respectivamente. Y también necesita arrancar porque está a cuatro puntos de San Martín de San Juan, que hoy se está yendo al descenso por la misma tabla anual.
¿Más? Necesita recomponer la relación con la gente ya que en la derrota con Vélez, entonó el “que se vayan todos...”, un canto muy doloroso y que provocó la reacción de Palacios y de Galarza Fonda contra la platea. Lo necesita más que nunca porque, luego, deberá jugarse la chance de seguir en Libertadores o en Sudamericana y con la gente dividida, será más difìcil.
Motivos de la “T”
Excepciones a la regla. Talleres supo dar la talla en esta crisis futbolística que vive en 2025 en contadas oportunidades. Los dos partidos ante River (final de Supercopa Intercontinental en Paraguay y por la Liga, ya que en ambos defendió bien al disimular casi todas sus limitaciones y creó lo suficiente como para ganar), el encuentro ante Gimnasia (2-0 en el debut de Guiñazú) y 1-0 a San Martín de San Juan (con Medina en la primera de las dos victorias que tuvo en el año). El clásico con Instituto puede entrar en esas excepciones. Como ya dijo Schott, “peor no se puede estar”. E Instituto suma apenas dos puntos más y es el que aceptará el ida y vuelta, porque necesita ganar de una y esperar otros resultados.
Gol y juego. En esto de perder y perder, Talleres recuperó gol y peso en las bandas más alguna variante de pelota parada. Valentín Depietri marcó ante River y abrió caminos en los siguientes partidos, por banda o por dentro. Girotti hizo dos tantos en e 2-3 con Alianza y pivoteó bastante bien con Platense además de patear desde lejos a un palo. El gol de Schott también implicó un movimiento entrenado en la semana. Restan más talentos, Talleres los tiene y los necesita. En el juego, recuperó a Matías Alejandro Galarza como un volante central prolijo que puede ser primer pase, trasladar, limpiar la jugada y habilitar por adentro.
Equilibrio defensivo. A Talleres le llegan poco, pero le convierten. Hasta el error de Herrera ante Platense, el partido del fondo venía siendo aceptable, pero desde esa acción del capitán todo cambió y la “T” fue vulnerable. ¿El DT lo respaldará o le dará una chance a Burrai? Lo que resuelva Guiñazú será importante para el grupo. Talleres se puede recuperar. El marco y el clásico en sí como juego de excepción pueden obrar a favor.
Localía. Talleres supo hacer del Kempes una fortaleza. Si Instituto arriesga mucho porque necesita ganar defenderá en espacios amplios. Es un escenario posible y uno de los que necesita Talleres para un ataque que ya tiene gol. La gente también deberá jugar su partido.
Altas ofensivas y defensivas. Guiñazú puede recuperar jugadores que fueron importantes en todas las líneas. Ya está Juan Carlos Portillo y pueden ingresar Juan Rodríguez en el fondo. En el medio, puede regresar Juan Camilo Portilla, volvió por minutos Marcos Portillo y...con lo justo llegaría Rubén Botta. El potencial está, aunque condicionado por algunas lesionado. Cuando Talleres les iba quedando grande a fines de 2024, ya reaccionaron y casi ganan la Liga al triunfar en cinco partidos consecutivos. Luego, llegó la final en Paraguay; ahora, es este clásico el que puede ser un antes y un después en la temporada. El clásico es una nueva oportunidad para demostrar lo que valen todos. Depende de cada uno.