Diego Martín Cocca, quien será presentado este jueves como nuevo DT de Talleres, tiene claro cómo llevar adelante el control de un grupo para lograr los objetivos deportivos.
“La gestión de grupo es clave. No hay ningún grupo malo que haya logrado objetivos. El grupo tiene que ser bueno. Tiene que tirar para adelante. Es función del entrenador dejar las cosas claras: qué somos, qué hacemos y hacia dónde vamos”, supo decir cuando asumió en Real Valladolid, el último club en el que dirigió, y que sirvió para conocer cómo se maneja.
El plantel de Talleres fue definido por el presidente Andrés Fassi como el más caro de la historia, a poco de iniciar la presente temporada, y de “ciclos cumplidos”, a medida que el primer equipo iba siendo eliminado de las diferetes competencias en las que participó. Tuvo a tres entrenadores: Alexander Medina y dos interinos, los casos de Pablo Guiñazú y Mariano Levisman. “El Cholo” se fue diciendo que se guardaba si había pasado “algo en el vestuario”, tras su renuncia luego de la caída ante Instituto. En ese sentido, unos días después, Guido Herrera y Nahuel Bustos convocaron a una conferencia de prensa para negar una pelea en ese camarín, algo parecido a lo que trascendió al vestuario post deportivo Armenio.
Goux, de corto y largo en Belgrano
Cocca llega junto a un cuerpo técnico integrado por Marcelo Goux (DT alterno), Renso Valinotti (preparador físico) e Ignacio Laurino (analista de video).
Goux es quien más conoce Córdoba, ya que fue jugador de Belgrano en 2001, en la época en la que el club de Alberdi se fue a la quiebra y tuvo que transitar con sus compañeros por Tribunales para agilizar los pagos, ya que la administración estaba a cargo de la jueza Beatriz Mansilla de Mosquera y un fideicomiso.
Goux jugó 31 partidos, marcó tres goles y dio una asistencia en Belgrano.

Luego, cuando Goux colgó los botines, se inició como entrenador dirigiendo la sexta división de Colón de Santa Fe, donde también tendría la oportunidad de dirigir la Reserva y convertirse en ayudante de Pablo Morant y Mario Sciaqua.
Esos trabajos le abrirían otras puertas: primero, como ayudante de Esteban “Teté” González en Belgrano, en 2016, para suceder al exitoso ciclo de Ricardo Zielinski. Y, después, como técnico interino en el Sabalero, en el empate 0 a 0 que consiguieron los santafesinos en la última Superliga nada más y nada menos que contra Racing, equipo que se consagraría campeón al finalizar el torneo.

