Belgrano sigue escribiendo la historia grande del fútbol femenino cordobés y este domingo no sólo sumó un título más a sus vitrinas, el Trofeo de Campeonas, sino que clasificó a la Copa Libertadores femenina.
El certamen sudamericano lleva 17 ediciones y ningún equipo argentino logró quedarse con el título. El último campeón del certamen es Corinthians, que viene de quedarse con cinco de las últimas siete finales disputadas de este certamen.
El torneo comenzó a jugarse en la temporada 2009, con diez equipos, uno por federación. En el año 2011 se amplió el número a 12 y en el 2016 al actual de 16 equipos. En el 2025 se jugó en la Argentina y la próxima sería en Uruguay.
Nuestro país cuenta con un solo cupo para torneo, salvo este año que fueron dos por ser anfitrión: jugaron Boca y San Lorenzo.
Los clasificados se definen de la siguiente manera: los diez campeones de cada una de las federaciones, el último campeón, un equipo más del país anfitrión y cuatro que se definen por ranking Conmebol.
El formato del certamen es con cuatro zonas de cuatro equipos cada una, donde los dos mejores de cada zona avanzan a cuartos de final. Se juega en una sede única, y en un lapso de 15 días aproximadamente.
Por primera vez en la historia, todos los partidos del torneo contaron con VAR desde la fase de grupos, utilizado en 15 de los 24 encuentros iniciales. Además, al igual que en el fútbol masculino, las futbolistas realizaron la entrada en calor en la cancha principal, algo que no solía suceder.
En materia económica, cada club participante recibió 50.000 dólares, mientras que el campeón se llevó 2 millones, el subcampeón 600.000 y el tercer puesto 250.000. Se espera un aumento para la edición 2026.





















